Las conocidas 'cartas nigerianas'

La estafa de las falsas herencias de los millonarios: así pueden robar tu dinero

La Policía Local de Petrer (Alicante) es la última en desbaratar un timo que, pese a ser un viejo conocido de las redes sociales y de internet desde hace años, ha vuelto a surgir con el confinamiento.

Unas manos de mujer escriben en el teclado de un ordenador, sobre una mesa de madera.
La estafa de las cartas nigerianas sigue cosechando víctimas.
Ricardo Rubio - Europa Press 

Por mucho que pase el tiempo las estafas, por muy viejas que sean, no desaparecen. Esta semana un vecino de la localidad de Petrer (Alicante) presentaba una denuncia porque a punto estuvo de ser una de esas víctimas que se creen millonarias y en realidad se van a quedar arruinadas. Es la conocida estafa de las cartas nigerianas. Los estafadores aprovechan una vez más la crisis generada por el coronavirus para inventarse falsas herencias y lograr convencer a sus víctimas para que les faciliten todos sus datos personales, incluidos los bancarios. En este caso el vecino de la localidad alicantina de Petrer empezó a entablar amistad con una mujer a través de Messenger, llegando al punto en el que le piden datos personales y la cuenta del banco con la excusa de transferirle una importante cantidad de dinero por encontrarse gravemente enferma.

Los expertos aconsejan siempre no fiarse del dinero que de repente llega regalado, mucho menos si es de alguien que no podemos conocer de ninguna manera. Pero los estafadores saben como embaucar para caer en sus redes. Esta posible víctima, por suerte, logró percatarse a tiempo y acudió a la policía antes de dar a conocer todos sus datos, pero hay otros que no y luego muchas veces por vergüenza no llegan ni a denunciarlo, viendo cómo les roban todos sus ahorros teniendo en ocasiones que pedir créditos para intentar seguir pagando gastos como la luz o el agua.

Desde que a mediados de marzo empezó el confinamiento entre los intentos de estafa por Internet que surgieron al calor de esta pandemia la Policía Nacional ya alertaba del timo en el que alguien con mucha fortuna estaba moribundo y buscaba a una persona que hiciera buen uso de su herencia. En aquellos primeros días se trataba de una supuesta empresaria y rica heredera francesa gravemente enferma que ofrecía 750.000 euros a todos los que los que en realidad los estafadores habían enviado un mail porque les había visto el perfil y pensaba que era una persona honesta y confiable, idónea para hacerse cargo de esa fortuna.

Es así como el delincuente pretende en realidad ganarse la confianza de la víctima y convencerla de que le ingrese una cantidad de dinero con el fin de afrontar unos supuestos gastos inesperados mientras se completan los trámites necesarios para hacer efectiva la entrega de su fortuna. En este paso se paró en seco el vecino de Petrer, que sí le había facilitado ya todos sus datos personales pero mientras escribía los bancarios cayó en la cuenta de que le podían estar engañando. Y así fue. La policía local advirtió rápidamente a la población de que tuvieran cuidado con semejantes mensajes.

La Policía Nacional ya advirtió a los ciudadanos confinados y sensibilizados por una crisis que en España deja la cifra de más de 27.000 muertos de que si recibían un correo similar no le hicieran ni caso porque se trataba del fraude 'vintage' de las cartas nigerianas, un timo sobre el que alertan de forma recurrente. "Un desconocido te ha escrito para darte gran parte de su fortuna, ya que tiene problemas para cobrarla... ¿No te suena raro?". Así avisaba entonces la Policía, a través de Twitter, para que nadie cayera en la red de los estafadores. Según la define el 'Diccionario de términos jurídico-policiales' de Juan Checa Domínguez, editado por el Ministerio del Interior, la "carta o estafa nigeriana" es un tipo de fraude que busca captar usuarios de correo electrónico a través de un mensaje inicial en el que se ofrece una herencia u otro tipo de ardid.

Entre otros posibles señuelos, el estafador puede presentarse como miembro de un gobierno africano, o bien como un alto directivo de un banco o una petrolera, que pide a su víctima que le facilite los datos de su cuenta bancaria para ingresar un dinero que quiere sacar del país. Si esta persona accede, tras unos cuantos contactos más por teléfono o correo electrónico, se le pide una cantidad de dinero para un "gasto inesperado" o un soborno. En el caso de las herencias siempre piden dinero primero para que un abogado formalice la herencia, luego para pagar los trámites, luego porque falta algún papel... Después de esto, como es lógico, a la víctima ni le devuelven esa cantidad ni le hacen llegar lo que le habían prometido.

Aunque haya a quien le cueste creer que así se pueda engañar a mucha gente, lo cierto es que la Audiencia Nacional condenó el pasado diciembre a 105 agentes de la compañía Western Union, la mayoría nigerianos, por participar desde locutorios de distintas provincias españolas en una estafa internacional de este tipo, con al menos 6.513 víctimas en 18 países de los cinco continentes. Según las denuncias presentadas hasta octubre de 2014, el importe total de lo defraudado asciende a 17,5 millones de euros entre 2009 y 2012, periodo en el que los locutorios investigados recibieron 7,5 millones de euros y remitieron a Nigeria más de 47 millones.

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