Estafa piramidal

Recaudan 10 millones con el timo que convierte a la víctima en estafador

El cabecilla del grupo tenía tal poder de persuasión que conseguía que inversores estafados pidieran préstamos para invertir más dinero. Hay 250 afectados.

La Guardia Civil destapa un “chiringuito financiero” envuelto en una estafa piramidal millonaria
La Guardia Civil destapa un “chiringuito financiero” envuelto en una estafa piramidal 
Guardia Civil

Nadie regala nunca nada. Es lo que siempre recuerdan los agentes una vez descubren una estafa en la que la víctima ha sido engañada a cambio de recibir una importante suma de dinero. Hace unos días el viejo timo de las cartas nigerianas cobrara actualidad después de que un ciberdelincuente fingiera ser un millonario moribundo que quería repartir su herencia, solicitando datos personales y bancarios a sus víctimas... que se los daban esperando su dinero. En este caso la Guardia Civil ha destapado un 'chiringuito financiero' envuelto en una estafa piramidal millonaria en la que se han visto involucradas hasta 250 afectados y las ganancias ascendían a 10 millones de euros. 

Los expertos aseguran que se trata de una de las estafas más crueles que requiere al principio de que el estafador tenga mucho poder de persuasión para lograr obtener el dinero que pide pero que después convierte a las víctimas en delincuentes para intentar recuperar son ahorros o que las deja sumidas en la ruina y no solo por haber perdido todos los ahorros, sino por la cantidad de préstamos que llegan a solicitar para salir del círculo vicioso en el que un día entraron pensando que era un paraíso. En este caso una señora efectuó hasta 15 contratos, entre renovaciones y nuevas inversiones, por un millón de euros. Hasta en 15 ocasiones cayó en la red.

La operación, denominada 'Tourself' se inició en febrero de 2019 tras la denuncia interpuesta por una entidad bancaria ubicada en Madrid que se había visto perjudicada por esta organización delictiva -hay ocho detenidos-, ya que habían utilizado su nombre como respaldo para captar nuevos inversores. Asimismo, se detectó que la cuenta bancaria de una de las mercantiles sospechosas había transferido fondos por valor de un millón y medio de euros, lo que hizo presuponer que se trataba de un "caso claro de blanqueo de capitales", según las mismas fuentes. 

La Guardia Civil, tras una investigación que ha durado más de un año, ha podido constatar la existencia de una red integrada por más de 20 miembros, cuyo dirigente tenía la función principal de invertir en bolsa con el dinero aportado por terceras personas a sus "empresas". El resto de miembros estaban encargados de captar nuevos inversores, entre sus conocidos y allegados, a cambio de un beneficio de un 3%-5% del capital invertido.

El anzuelo para conseguir estos inversores eran las altas rentabilidades que prometían, entre el 15 al 30% al mes, muy por encima del interés medio que se ofrece en el mercado tradicional. Después, para que creyeran que eran una empresa seria y segura, cumplían con los primeros pagos de los intereses, pero avanzado el tiempo y, especialmente, cuando lograban "enganchar" cantidades importantes, dejaban de pagarlos, según han explicado las mismas fuentes.

Para evitar denuncias, los estafadores renegociaban la deuda, hasta el punto de ofrecer devoluciones de tan solo el 10% del capital invertido, cuyos inversores aceptaban a la desesperada, temiendo que si se negaban, perderían el 100% de su dinero. Para llegar a convencer de semejantes ventajas el cabecilla del grupo "gozaba de tal poder de persuasión, que incluso logró que inversores estafados pidieran préstamos para invertir más dinero". A ellos, se les aseguraba que invirtiendo más, la recuperación del capital inicial sería más rápida. Sin embargo, algunos de ellos han acabado totalmente endeudados.

Relata la Guardia Civil en una nota que debido a la importante cantidad de dinero en efectivo que movía la organización, este dirigente contaba con férreas medidas de seguridad en su vivienda y se rodeó de "matones" para su protección personal. Otros de los miembros fueron en su día inversores, pero ante la imposibilidad de retirar su dinero, decidieron dedicarse a captar nuevas víctimas para recibir comisiones y recuperar algo del dinero invertido.

También alardeaban de que eran una mercantil tan solvente y exitosa, que invitaba a los clientes a visitar sus "lujosas" oficinas en una urbanización de Torrevieja; unas oficinas poco convencionales, si se tiene en cuenta que sólo abrían a su público. Al frente de algunas de estas mercantiles investigadas, un total de ocho domiciliadas en Torrevieja, se nombraban testaferros como administradores, que en algunos casos carecían de estudios y apenas sabían leer y escribir. Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan nuevos investigados ni que la cantidad del dinero estafado incremente. 

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