Estanqueros y hosteleros alertan de las pérdidas por la futura ley antitabaco

  • Madrid.- La prohibición de fumar en todos los establecimientos públicos provocará un descenso del 10 por ciento de la facturación en la restauración y del 30 por ciento del consumo de tabaco, según han explicado a Efe fuentes del sector.

Jiménez reitera que se reformará la ley para prohibir fumar en sitios públicos
Jiménez reitera que se reformará la ley para prohibir fumar en sitios públicos

Madrid.- La prohibición de fumar en todos los establecimientos públicos provocará un descenso del 10 por ciento de la facturación en la restauración y del 30 por ciento del consumo de tabaco, según han explicado a Efe fuentes del sector.

Así lo han indicado tras anunciar ayer la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que en 2010 se prohibirá fumar en todos los espacios públicos, sitios de ocio y restaurantes.

El adjunto al presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR), José Luis Guerra, ha afirmado que la caída del consumo derivada de la crisis y la futura ley antitabaco provocarán unas pérdidas de 17.000 millones de euros para el sector, y ha precisado que sólo la norma puede provocar un descenso del 10 por ciento en la facturación de la restauración.

Ha asegurado que el sector de la hostelería acumula un descenso del volumen de negocio del nueve por ciento en lo que va de año, que, sumado a la reducción de la actividad que se produjo en 2008, alcanzaría una caída del 15 por ciento.

Ha explicado que parte de los clientes de la restauración tiene asociado "el consumo de tabaco con los productos de la hostelería", por lo que si se prohíbe este hábito en los establecimientos "vendrán menos clientes".

Respecto a los derechos de los no fumadores, Guerra ha precisado que el 70 por ciento de la población no fuma, pero que, entre los clientes habituales de los locales de restauración, este porcentaje se reduce al 55 por ciento.

En este sentido, ha insistido en que la ley actual "se adapta a la realidad de la sociedad y de la hostelería" y que no se ha cumplido porque no ha existido "voluntad" en la Administración por que se cumpliera.

Ha reclamado que "se trabaje en positivo" para que se produzca una transición a bares y restaurantes libres de humo, "sin pérdida de clientes", y que, para ello, el Gobierno debe impulsar que sean los consumidores los que vayan demandando progresivamente lugares sin humo.

Por su parte, el presidente de la Unión de Estanqueros, Manuel Fernández Vicario, ha apuntado que la prohibición de fumar en establecimientos públicos supondrá una caída de más del 30 por ciento del consumo de tabaco y "menos negocio para todos".

Ha resaltado que la futura normativa impactará no sólo en la industria del tabaco, el turismo y la hostelería, sino que también afectará a las cuentas del Estado y especialmente a los ingresos que obtienen las Comunidades Autónomas de los impuestos que gravan el tabaco.

En este sentido, ha recordado que el Estado ha recaudado este año 10.200 millones de euros a través de los impuestos que gravan el tabaco y que las tasas representan casi el 80 por ciento del precio de estos productos.

Ha recordado, además, que los Estados miembros de la Unión Europea se han comprometido a crear legislaciones para restringir el humo en los establecimientos públicos en 2012, por lo que ha reclamado que la prohibición de fumar se lleve a cabo de forma progresiva hasta esa fecha.

En opinión de Fernández Vicario, la nueva regulación del consumo de tabaco en los establecimientos públicos responde a "una demagogia del propio Gobierno" que, con motivo de la Presidencia de la Unión Europea, quiere poner en marcha una normativa que lidere las actuaciones de los Estados miembro en la lucha contra el tabaco.

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