Esther Ferrer, defensora del arte como único espacio de libertad

  • Mila Trenas.

Mila Trenas.

Madrid, 12 nov.- Considerada como la primera "performer" española, Esther Ferrer es una artista comprometida "con el devenir creativo y social contemporáneo" y ha sido siempre "una defensora del arte como único espacio de libertad".

Así lo ha considerado el jurado que ha concedido el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2014 a la artista donostiarra, afincada desde los años setenta en París. El galardón, dotado con 100.000 euros, lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte desde 2002 y premia la obra de un creador en cualquiera de sus manifestaciones.

Nacida San Sebastián en 1937, desde la capital francesa Esther Ferrer reconocía a Efe que ha recibido con "angustia" la noticia, ya que su pretensión "es pasar lo más desapercibida posible".

Junto con la colombiana Doris Salcedo, es la segunda mujer reconocida con este galardón, creado con la pretensión de convertirse en el Cervantes de las artes.

"Al principio siempre lo paso mal (recibir un galardón), aunque luego lo digiero y lo relativizo. Siempre he aspirado a pasar lo más desapercibida posible, que ni me miren ni me vean. Nunca he hecho nada por reconocimiento o por hacer algo, ni he pedido una ayuda. Quiero estar lo más lejos posible de todo lo oficial", señaló la artista, Premio Nacional de Artes Plásticas 2008.

A pesar de ello, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, encargado de hacer público el fallo del premio ante los compromisos del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, afirmó que había hablado con ella "y me ha manifestado su contento y su agrado por haber recibido el Premio Velázquez".

Según Lassalle se trata de una "persona conocida y reconocida en nuestro país y con contactos estrechos con el mundo de la cultura y también con el mundo de la cultura institucional".

Por su parte, la artista, que en 1999 representó a España en la Bienal de Venecia, afirmaba. "Entiendo perfectamente que hay que elegir a alguien y que te puede caer a ti, 'bien sûre'. De momento, me lo han dado, lo he aceptado y ya veremos...".

Le "horrorizan" los actos oficiales y, "por supuesto", las entregas de premios, aunque, puntualizó, ya le ha dicho a quien le "ha llamado" -el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle- que "aceptaba" el reconocimiento.

Durante su intervención, Lassalle recordó que, desde sus inicios, tanto cuando formaba parte del grupo ZAJ como individualmente, la galardonada ha realizado "performances" que pretendían hablar de lo inadvertido y de las propiedades poéticas de acciones relacionadas con el uso de objetos como papeles, dados, la escritura, el alfabeto.

También ha tratado problemas asociados con la identidad, lo incomprensible o la invención de un lenguaje nuevo, "pero contando con la participación del espectador. Adscribiéndose a aquellas prácticas iniciadas por los dadaistas y surrealistas, su trabajo ha sabido reconocer la herencia del minimalismo y del arte conceptual".

Además, también ha realizado una notable trayectoria como fotógrafa y como articulista de arte, afirmó Lassalle, quien recordó que, como ha considerado la propia artista, "la acción está vinculada a la apertura de la obra".

El creador "no controla deliberadamente el proceso discursivo de sus acciones sino que será la dialéctica con lo publico lo que en ultima instancia podrá darle forma, a través de una tensión con el espectador".

El secretario de Estado citó literalmente las palabras de la propia Esther Ferrer al afirmar que "la 'performance' no está en el deber ser, está simplemente en el ser. En la 'performance' la cuestión no es que el publico se identifique con el héroe de la acción, como ocurre generalmente en el teatro o con el proyecto utópico".

"En la 'performance', la cuestión es que el público se identifique con él mismo y actúe en consecuencia", aunque, según la artista, ella nunca ha buscado la participación del publico.

El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Miguel Ángel Recio, presidió el jurado "que tras una larga deliberación y en la ultima votación tomó la decisión por mayoría".

Este jurado estuvo compuesto por Zdenka Badovinac, directora de la Moderna Galerija de Ljubljana, Nekane Aramburu, Federico Castro, Catherine Aimée David -del Centro Georges Pompidou-, el artista Curro González, Anna María Guasch y Jaime Pulido -conservador del Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo).

A Esther Ferrer le ha gustado que en el jurado que le ha concedido el premio "hubiera extranjeros" y, "por tanto, independientes de todo".

En su acta, han destacado "la coherencia y el rigor de su trabajo durante cinco décadas, en las que destaca como una artista interdisciplinar y conocida por sus propuestas conceptuales y radicales".

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