Eurocopa 2012: Alemania e Italia jugarán en un campo construido sobre terreno 'robado' al héroe que se levantó contra los nazis en Varsovia

  • La familia de Estanislao Chowanczak reclama la propiedad del solar sobre el que se erige Estadio Nacional de Polonia, donde se jugará la segunda semifinal de la Euro. Dos sentencias judiciales les dan la razón, sin embargo el ejecutivo polaco aún no ha compensado la injusta expropiación realizada en 1945 por las autoridades de la Unión Soviética.

A las 20.45 horas de ésta tarde, Alemania e Italia juegan la segunda semifinal de la Eurocopa 2012. Veintidós guerreros darán hasta la última gota de sudor para pasar a la final sobre el césped del espectacular Estadio Nacional de Polonia, una enorme injusticia histórica de 105 por 68 metros con capacidad para casi 60.000 personas.

Los terrenos sobre los que se edifica el recinto pertenecen, al menos moralmente, a los descendientes de Estanislao Chowanczak, un héroe nacional polaco que vio como los rusos se los expropiaban ilegalmente después de ser uno de los cabecillas del levantamiento contra el ejército nazi.

La leyenda de Estanislao Chowanczak comienza en otoño de 1940. Por aquel entonces, nadie le conocía por su nombre de pila. Era 'El mocoso', uno de los mejores espías que la resistencia polaca tenía en las calles de la Varsovia ocupada por los nazis. Cada día arriesgaba su vida espiando los movimientos de la Gestapo para mantener al resto del ejército nacional clandestino a salvo.

El apodo no era casual. 'El mocoso' apenas tenía 14 años cuando se alisto en el A.K. (Armja Krajowa), la resistencia polaca. Su labor, y la de su padre Juan Daniel, fue clave para la preparación del levantamiento contra las tropas alemanas del 1 de agosto de 1944.

La familia Chowanczak, una acaudalada estirpe de peleteros y banqueros polacos, se había negado a abandonar el país en los albores de la ocupación, a pesar de las advertencias de sus socios de Londres. Con Juan Daniel a la cabeza, se prepararon para combatir.

"No sólo no retiró ni un centavo del país, sino que en lugar de poner a salvo a la familia y a su fortuna organizó la defensa civil de Varsovia", ha explicado a Lainformación.com Andrés, nieto de Juan Daniel e hijo de Estanislao Chowanczak.

Una vez que las tropas del tercer Führer entraron en Varsovia, "mi abuelo se hizo miembro del gobierno polaco en la sombra", cuenta Andrés que recuerda cómo mantuvo viva la llama de la revolución anti-nazi empleando la fortuna familiar "para comprar las armas para la resistencia a oficiales alemanes corruptos".

Además, dio refugio en sus propiedades numerosas familias judías, a las que escondía en los edificios de viviendas construidos para los trabajadores de su fábrica peletera. Aquellas casas habían sido levantadas por el patriarca de la familia, el bisabuelo de Andrés, Arpad Chowanczak en la próspera década de los años 20, en la que su empresa se había convertido en la mayor compañía de tratamiento y venta de pieles de Europa. Así salvaron a más de 1.200 personas del Holocausto.

El fin de la guerra

A las 17.00 horas del 1 de agosto de 1944 estalló el levantamiento contra los alemanes. La lucha duró 63 días, y fue muy desigual. Las tropas nazis bombardearon Varsovia hasta destruir el 80% de la ciudad, acabando con la vida de cerca de 200.000 civiles y casi 10.000 miembros de la resistencia.

Con apenas 19 años, Estanislao Chowanczak frenó el avance de los tanques alemanes en el céntrico barrio de Mokotow, el más poblado de la ciudad. Se enfrentó a los temidos Panzer armado únicamente con bombas incendiarias. Cruzó las líneas enemigas para salvar a un amigo y luchó herido hasta la capitulación de la ciudad el 3 de octubre de 1944.

Fue trasladado al Centro de detención de Pruszko y, de ahí, al campo de prisioneros de Sandbostel, al norte de Alemania. Jamás regresó a su casa, nunca volvió a ver a sus padres y tardó 43 años en pisar de nuevo el país que le vio nacer.

Liberado en 1945, el ex guerrillero llegó a Bélgica, donde estudió economía. Tres años más tarde, emigró a Argentina. No podía volver a Polonia pues el régimen comunista perseguía a los veteranos de la Resistencia. "Además, la familia había perdido todas sus posesiones", precisa Andrés.

Expropiación ilegal

Tras la derrota del ejército nazi, los Aliados y la Unión Soviética se repartieron Europa, y en su plan no se incluía una Polonia independiente. Stalin nombró un gobierno afín en Varsovia que confiscó en su nombre todas las propiedades de la burguesía. Entre ellas estaban las 10 hectáreas del barrio obrero construido por la familia Chowanczak, que había quedado reducido a un montón de escombros por las bombas.

"Mi abuelo halló ciertas irregularidades en el decreto de expropiación, en base a las cuales presentó una demanda contra el Gobierno", explica Andrés Chowanczak. En una sentencia sin precedentes en un país comunista, un juez bolchevique les dio la razón. Pero el fallo nunca se cumplió.

En su lugar, en aquel solar se construyó el Estadio del Décimo Aniversario, que estuvo en pie desde 1955 hasta la construcción del nuevo Estadio Nacional. Usado originalmente como estadio de fútbol, también acogió eventos de atletismo, ciclismo y, en 1983, la visita del Papa Juan Pablo II, que congregó a 100.000 personas.

Siguen esperando

Estanislao Chowanczak, 'El Mocoso', murió Buenos Aires en 1997. Con su fallecimiento no se terminó la lucha por recuperar los terrenos familiares en Polonia. En el año 2003, su hijo Andrés inició una nueva demanda para recuperar más de 20 propiedades, entre ellas las 10 hectáreas sobre las que ha edificado el Estadio Nacional de Varsovia y un ala del Ministerio de Cultura y Arte, "construido por mi abuelo para ser la sede administrativa de la empresa", apunta Chowanczak.

Cuatro años después, y sólo unos meses después de que la candidatura Polonia-Ucrania para la Eurocopa 2012 fuese elegida, un juzgado de Varsovia ordenó el embargo de los terrenos del estadio. Sin embargo, aquello no frenó los planes para construir allí una de las principales sedes del torneo. La sentencia, que no fue apelada por el gobierno polaco, nunca se hizo efectiva.

"La situación es totalmente irregular y considero que se ha violado mi derecho a la propiedad", afirma Andrés. De hecho, la oposición polaca, a través del diputado Jerzy Polaczek, solicitó una Interpelación sobre este asunto al Primer Ministro Donald Tusk.

Y es que el legado de la familia Chowanczak no sólo tiene un valor sentimental: según la abogada de la familia, Joanna Modzelewska, las 10 hectáreas que ocupa el estadio en el que hoy juegan Alemania e Italia valen más de 1.000 millones, a los que habría que sumar la compensación por los 60 años de uso indebido.

Seguir a @RobertoArnaz

Roberto Arnaz
Mostrar comentarios