Excapitán del Prestige advirtió al capitán de que el buque "podía romperse"

  • El excapitán del Prestige Stratos Kostazos advirtió durante el traspaso del mando a Apostolos Mangouras de que el buque "estaba muy fatigado y podía romperse", como finalmente ocurrió en noviembre de 2002 causando la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.

A Coruña, 29 may.- El excapitán del Prestige Stratos Kostazos advirtió durante el traspaso del mando a Apostolos Mangouras de que el buque "estaba muy fatigado y podía romperse", como finalmente ocurrió en noviembre de 2002 causando la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.

Durante su declaración en el juicio que se celebra en A Coruña por la causa del Prestige, Kostazos ha descrito las deficiencias que el buque tenía cuando lo recepcionó: problemas en la caldera, con el sistema de máquinas, abolladuras en la cubierta, fisuras y fugas de agua.

"Los tanques estaban muy corrosionados. Más de lo normal", ha señalado Kostazos, que ha asegurado que "todo estaba fatal".

De hecho, sin salir siquiera del puerto griego de Kalamata, el Prestige ya provocó un vertido por el que recibió la primera advertencia de las autoridades, ha recordado.

El excapitán aceptó el mando del barco con la promesa de que estas deficiencias serían subsanadas en sus paradas en Gibraltar y San Petesburgo, pero ha explicado que no las recogió en su informe para "proteger a la armadora".

Tras constatar que el buque "no era fiable" -era "peligroso" para navegar-, el 13 de septiembre Kostazos decidió abandonar el Prestige, cuya capitanía fue traspasada a Mangouras, a quien advirtió de que "el buque estaba muy fatigado y podía romperse".

"Les dije que tuvieran mucho cuidado", ha insistido ante el tribunal, y ha afirmado que se arrepintió de no haber abandonado el buque antes.

"El buque no estaba seguro para viajar", ha sentenciado el excapitan.

Asimismo, ha dicho que los controles realizados por la propia tripulación sobre el estado del barco no eran válidos en un 90 por ciento.

"No me sorprendió nada", ha declarado también sobre el accidente del buque el 13 de noviembre de 2002 frente a las costas gallegas.

El juicio por la catástrofe del Prestige arrancó el pasado mes de noviembre y en él están acusados el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, de 77 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia, los mismos delitos que se les imputan a otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial y en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.

En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis López-Sors, ex director general de la Marina Mercante cuando Francisco Álvarez-Cascos dirigía el Ministerio de Fomento, que está acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días y que extendió el vertido de fuel desde Galicia hasta las costas francesas.

El Ministerio fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del barco indemnizaciones por los daños causados que suman 4.328 millones de euros. EFE

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