Excluidos dicen que la claridad del Papa "no admite dobles interpretaciones"

  • Los representantes de movimientos que participaron hasta hoy en un encuentro mundial en el Vaticano consideraron que la claridad con la que se expresa el papa Francisco, su anfitrión, "no admite dobles interpretaciones".

Roma, 29 oct.- Los representantes de movimientos que participaron hasta hoy en un encuentro mundial en el Vaticano consideraron que la claridad con la que se expresa el papa Francisco, su anfitrión, "no admite dobles interpretaciones".

En una declaración con la que cerraron su reunión, dijeron que las palabras del pontífice sintetizan "gran parte de nuestra realidad, nuestras denuncias y nuestras propuestas".

Reiteraron lo que ya dijo el papa cuando les recibió el martes en relación a lo que consideraron como "derechos humanos inalienables, inherentes a las personas y su dignidad", es decir, que tiene que haber un acceso "pleno, estable, seguro e integral a la tierra, el trabajo y la vivienda".

Fueron las mismas palabras que Francisco pronunció ante ellos en su encuentro ayer, donde respaldó sus trabajos en los tres días durante los que se reunieron en la Ciudad del Vaticano y en Roma.

En la declaración final se hicieron eco de que los intervinientes -unos doscientos invitados de un centenar de organizaciones y movimientos- coincidieron en algunos puntos básicos.

Entre ellos, que "debe buscarse en la naturaleza desigual y depredadora del sistema capitalista, que pone el lucro por encima del ser humano, la raíz de los males sociales y ambientales".

"El enorme poder de las empresas transnacionales que pretenden devorar y privatizarlo todo -mercancías, servicios, pensamiento- es el primer violín de esta sinfonía de la destrucción", dijeron.

En alusión a las palabras del Papa el martes, hoy uno de los participantes en el encuentro, el director de la Agencia Latinoamericana de Información, Osvaldo León, comentó a Efe que "lo que hicieron fue reforzar el discurso que los distintos movimientos han traído al Vaticano".

"El Papa tiene como punto de referencia la Doctrina Social de la Iglesia", subrayó León, al tiempo que alabó que "el Papa haya adoptado soluciones críticas respecto a un sistema capitalista de grandes concentraciones y que provoca una mayor marginación y una mayor exclusión social".

Los más de 200 participantes de todo el mundo en este Encuentro se dividieron en grupos de trabajo para abordar los problemas referentes a tres asuntos: tierra, trabajo y vivienda.

En relación a la tierra, López insistió en el "rol crucial que desempeñan los campesinos" el plano internacional ya que, recordó, "el campesinado, con el 25 % propiedad, abastece al 70 % de la población".

Sin embargo, prosiguió, "se enfrentan a problemas como a las concentraciones de las grandes empresas del agronegocio" que perjudican su trabajo y además, insistió, "introducen los transgénicos, con lo que contaminan la comida".

"La producción campesina es una producción sana, mientras que la del agronegocio, con los tóxicos, causa enfermedades. Se sabe que muchas de las enfermedades modernas son producto de la alimentación y de su mala calidad", apuntó.

Otro de los participantes de este Encuentro, el argentino Sergio Sánchez, presidente de la cooperativa Federación de Cartoneros, también destacó que la Iglesia sea sensible a los problemas de pobreza y exclusión social.

"La Iglesia apoya a todos los trabajadores y está a favor de la inclusión social, de los derechos de la tierra, trabajo y vivienda", comentó Sánchez a Efe.

Además de las conclusiones, este evento se ha clausurado con la constitución de un Consejo de Movimientos Populares que coordinará los trabajos a nivel global, una institución cuya importancia fue destacada por Sánchez.

"Ahora empieza la lucha, la lucha no se hace hablando, sino que se practica en las calles o trabajando, hay que trabajar para poder luchar en favor de los débiles y de los excluidos", insistió.

Finalmente, todos los participantes coincidieron en destacar que este Encuentro Mundial de los Movimientos Populares ha sido un evento histórico, pues por primera vez ha sido convocado por el Vaticano y ha servido para iniciar un diálogo activo entre la población y la Iglesia.

Organizado y promovido por el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, este acto ha congregado a un centenar de organizaciones de apoyo a quienes menos tienen, con especial participación de los países latinoamericanos.

También de España, de donde han provenido miembros de la Plataforma Afectados por la Hipoteca, los indignados de la Asociación Democracia Real Ya y el sindicato agrario Enhe Bizkaia.

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