Sigue el juicio

El exmarido de la 'viuda negra' de Alicante: "Por 100€ es capaz de matar"

"Calculadora, ambiciosa y capaz de hacer cualquier cosa por dinero". Así habla Carlos de la que fuera su pareja durante años y que ahora se sienta en el banquillo por el asesinato de su último esposo. 

Viuda negra juicio
Concepción Martín durante el juicio. 
EFE

Lo tiene claro. El exmarido de la viuda de Alicante, Concepción Martín, quien junto a Francisco Sánchez se sienta en el banquillo por el asesinato de su último marido,  la tacha de "calculadora y ambiciosa, capaz de cualquier cosa por dinero". Carlos, tras años viviendo con ella, en declaraciones al programa 'Ya es mediodía' reconoce que sabe cómo manipular y que "por 100 o 200 euros es capaz de matar". De las lágrimas que derramó mientras declaraba en el primer día de juicio "no dan sensación de pena. Sabe que ese es su papel y el que tiene que hacer ahora, intentar dar lástima". Incluso asegura que "es una fanática de las telenovelas y siempre se ha creído la protagonista de una, soñando con vivir en una casa grande. Vivir el cuento a costa de quien sea". 

Ayer ambos acusados vieron como la testigo principal de la acusación desmontaba todas sus versiones. Carlos no tiene dudas de que "ambos lo mataron". El hijastro de Conchi, en declaraciones a 'espejo Público' apunta en la misma línea y aseguró que si "si fuera jurado le caerían muchos años". La policía fuera de servicio que presenció todo fue muy clara. Iba paseando y de repente escuchó gritos "de mucho dolor" y al llegar al aparcamiento donde sucedió todo dijo: "¡Hostias, le habéis matado!".  "La víctima estaba en el suelo, el hombre dio su última acometida y la mujer le agarraba la cabeza", manifestó. 

Los acusados se enfrentan a una petición de 30 y 28 años de prisión, según la petición de la Fiscalía, por el delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento y aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo, a las que se añade la de parentesco en el caso de la mujer. Los hechos se remontan al 22 de agosto de 2018, en torno a las 22 horas cuando, según el relato de la agente, ese día iba con un amigo paseando por una carretera cercana a la escena del crimen y al asomarse por la barandilla vio "a una persona chillando y otra acometiéndola".

"La víctima daba pasos hacia atrás, se trastabilló y cayó", momento en que la viuda negra se aproximó a pie hacia la víctima y le agarró de la cabeza mientras su cómplice le atacaba mortalmente. La testigo ha asegurado que decidió salir corriendo e intervenir al ver que eran dos personas contra una y "los movimientos de la mano" del atacante. Además, escuchó "gritos desgarradores de dolor", unos "gritos que no los da una persona que ha recibido un pescozón" sino que "eran de dolor y mucho miedo".

Con más de 30 años de servicio, la agente ha identificado en la sala a Conchi y Francisco como autores del ataque. "Cogí al hombre, lo enganché por un hombro y lo aparté de la víctima", ha proseguido, "y vi que llevaba un destornillador en la mano". Y, según su versión Conchi, que continuaba junto al cuerpo de su marido, empezó a contarle que "era un borracho (la víctima) y que dos negros le habían pegado una paliza".

La testigo ha subrayado que, entonces, les mostró su placa identificativa de policía y ha añadido que "lo único que me salvó fue plantarle la placa en las narices" a Francisco. La agente ha contestado a preguntas de las diferentes partes que tanto Conchi como Francisco "llevaban guantes" durante la agresión y que la mujer "estuvo erguida, en pie y caminando en todo momento". También ha manifestado que los acusados no dejaron de decirle cosas que, para ella en aquel momento, eran "incongruentes", por ejemplo cuando ella decía que tenía una lesión en la espalda y él, que iba a morir de un cáncer de pulmón.

Una vez que llegaron sus compañeros de la Policía en moto, a los que ella había dado aviso por teléfono, la testigo se apartó de la situación y dejó que fueran los agentes desplazados los que detuvieran a los dos sospechosos. Además de la petición de Fiscalía, la acusación particular, que representa a uno de los tres hijos del fallecido, solicita 31 años de cárcel para los dos acusados por el delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento, uso de disfraz, abuso de superioridad y aprovechamiento de las circunstancias del lugar, tiempo o auxilio de otras personas.

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