La mujer y su pareja decidieron "por voluntad propia" tener el hijo en su casa. Para ello, según ha explicado Moragues, contrataron un servicio privado de ginecología y matrona. El parto se produjo a las 41 semanas de embarazo, por lo que se ha descartado que se tratara de un parto prematuro.
El delegado ha detallado que el jueves, la mujer tuvo dolores y llamaron a dos matronas, que le atendieron en el parto. El bebé nació muerto, por lo que a su llegada, el servicio médico sólo pudo confirmar su fallecimiento. La madre fue atendida y firmó el alta voluntaria, por lo que no fue trasladada a un centro hospitalario.
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