Familias numerosas y clase media, los nuevos rostros en los servicios sociales

    • Ana tiene seis hijos y una madre enferma de Alzheimer. El 85% del presupuesto familiar se va en comida. "Hemos tirado este año de Banco de Alimentos y amigos".
    • Crece un 45% la demanda de hogares en paro, de clase media antes de la crisis, que han agotado el colchón familiar.
Familias numerosas y clase media, los nuevos rostros en los servicios sociales
Familias numerosas y clase media, los nuevos rostros en los servicios sociales
R. Rivera

Ana tiene seis hijos de entre 12 y 22 años (cuatro varones y dos chicas), uno con discapacidad, su madre está enferma de Alzheimer y cada mes gasta el 85% del presupuesto familiar en comida y artículos de primera necesidad. De los 1.400 euros de nómina de su esposo, se gasta prácticamente todo la primera semana de cada mes. Estar en números rojos es una rutina desde que empezó esta crisis. De ayudas reciben 190 euros por la situación de dependencia de la abuela y 72 euros por familia numerosa. Nada por su hijo con una cardiopatía crónica, por la que ha sido operado de corazón dos veces.

Viven en Pamplona, pero apenas ponen la calefacción –sí la manta eléctrica para la abuela- y este año han recurrido por primera vez al banco de alimentos: "Vinieron a buscarnos. La gente te ve por la calle vestida normal y se piensa que no tienes problemas para afrontar los gastos de necesidades básicas. Pero con una familia de 9 miembros, hijos estudiando, sin ventajas fiscales y con todo subiendo, es imposible no vivir en apuros", cuenta por teléfono esta madre, que asegura vivir al día desde el comienzo de la crisis, allá en 2008.

Solo en comida dice que al final se van 1.200 euros al mes del presupuesto de una familia que acostumbra cenar lo que se come: "Si preparo espaguetis a la carbonara o con carne picada, pues para comer y cenar. Lo mismo con el puchero. Y consumimos muchas mandarinas que nos manda la familia"

Este año las estreches han llegado a un nivel máximo y tuvieron que recurrir al banco de alimentos y a amigos. "Es duro ver que no te llega para comer en el mes, sobre todo por los hijos, que son adolescentes".

Para estas navidades han hecho una compra a plazos: "Las chuletas, los langostinos y el pescado los compramos hace meses y los tenemos reservados en el congelador", cuenta Ana, a quien sus hijos le han dicho que si los Reyes están en apuros, lo comprenden. "La crisis tiene algo de positivo y son los valores que están aprendiendo mis niños de solidaridad, de ayudar y de hacer esfuerzos. Las familias no nos rompemos al aprender cosas que no hubiéramos hecho en circunstancias normales".

Lademanda en los servicios socialesy ONGs de familias declase mediase ha incrementadoun 45%, segúnun informe de los trabajadores sociales, elaborado mediante una encuesta a profesionales de todas las regiones.

"Les cuesta mucho llegar a las entidades sociales. Van primero a los servicios municipales. Sienten vergüenza, nunca pensaron verse en tal situación, y consideran que han fracaso personalmente", sostiene Carlos Susías, presidente de la Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social. En algunos casos, existe riesgo de aislamiento social porque se sienten avergonzados.

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