Miles de personas arropan a Trump en su toma de posesión

  • "Somos nosotros los que pagamos impuestos, las cosas tienen que hacerse pensando en nosotros y creo que Trump va a lograr eso", era una de las frases más repetidas.

    Ivanka pide dar una oportunidad a su padre y son muchos millones de americanos los que están encantados de dársela. 

Un millón de personas arropan a Trump en su toma de posesión
Un millón de personas arropan a Trump en su toma de posesión
M.T.
M.T.

Donald Trump no llegó a los niveles de expectación de Obama que echaron a la calle a casi dos millones de personas, pero no estuvo solo. Miles de personas llenaron a lo largo del día el National Mall en Washington para asistir a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

Para ingresar a los puntos de reunión, como la avenida Pennsylvania, se instalaron puestos de control de seguridad.

Encantados unos por Donald Trump y horrorizados otros, miles de estadounidenses acudieron al National Mall de Washington para ver la toma de posesión del hombre más poderoso del mundo.

Los felices vestían ropa colorida con las consignas y el rostro del magnate republicano, que se convirtió este viernes en el 45º presidente de Estados Unidos. Los infelices llevaban pancartas y gritaron consignas contra el nuevo mandatario.

Las imágenes del gigantesco parque que remata en el Congreso mostraron una convocatoria menor a la que tuvo Barack Obama en 2009.

Steve McDonald, un vendedor de alfombras de 52 años de Pennsylvania, iba entusiasmado. Para él, Trump es el agente perfecto para lograr el cambio político y económico que cree necesita el país.

"Es un momento trascendental en mi vida", dijo McDonald mientras caminaba hacia el edificio blanco en la mañana fría y lluviosa de este viernes.

Los seguidores de Trump, como McDonald, dijeron que le perdonaban, y quizás hasta olvidarían, las faltas del nuevo presidente: sus comentarios denigrantes hacia las mujeres e inmigrantes, su susceptibilidad ante los ataques de sus opositores y su tendencia a conducir la política exterior a través de Twitter.

Nadie pensó que este multimillonario sin experiencia en cargos públicos, una exestrella de la telerrealidad que fue considerado un chiste cuando lanzó su campaña llegaría al poder.

"Es hora de de que este país sea para nosotros, el pueblo", afirmó Darla Clark, una empleada bancaria de California, que vestía un sombrero plástico de vaquero con escarcha en los colores de la bandera estadounidense: rojo, blanco y azul.

Mostraba también, con una amplia sonrisa, una pancarta en la que se leía el preámbulo de la Constitución -"Nosotros, el pueblo de Estados Unidos..."- junto al escudo nacional y un águila.

"Somos nosotros los que pagamos impuestos, las cosas tienen que hacerse pensando en nosotros y creo que Trump va a lograr eso", aseguró. A ellos es a los que ha hablado Trump, aunque en Europa no lo entendamos. 

Damaris Schuler, una historiadora de 36 años de Texas, confesó que Trump no era su primera opción para presidente, pero después cambió de parecer.

Explicó que le disgustó el discurso contra las mujeres y los inmigrantes de Trump, pero lo justificó con el derecho del ahora presidente a expresarse libremente.

"Todo el mundo se expresa de formas diferentes y eso es lo maravilloso de la libertad de expresión", indicó Schuler, que llevaba a su hijo de 18 meses cargado en un portabebé. El pequeño llevaba una gorra con las barras y las estrellas de la bandera.

Todos estos accesorios estaban a la venta en la calle: banderas, gorras, bufandas y hasta una vuvuzuela con la cara de Trump.

A ellos es a los que ha hablado Trump, aunque en Europa no lo entendamos. A ellos se ha dirigido en su primer discurso, y por ellos es hoy presidente de los EEUU. Trump no está tan solo. Como dice su hija Ivanka, dénle una oportunidad a mi padre. Al mundo no le queda otra y muchos americanos están encantados de dársela.  

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