Filipinas cierra colegios y oficinas públicas por el supertifón Ruby

  • Las autoridades de Filipinas suspendieron hoy las clases y cerraron las oficinas públicas en gran parte del país ante la proximidad por el Pacífico del supertifón Ruby, que se prevé toque tierra el sábado.

Manila, 4 dic.- Las autoridades de Filipinas suspendieron hoy las clases y cerraron las oficinas públicas en gran parte del país ante la proximidad por el Pacífico del supertifón Ruby, que se prevé toque tierra el sábado.

El Centro Conjunto de Alerta de Tifones, con base en Hawai (Estados Unidos), informó de que el huracán entró en el área de responsabilidad de Filipinas esta mañana y se ha fortalecido hasta convertirse en un supertifón con vientos sostenidos de 240 kilómetros por hora y ráfagas de 296 kilómetros por hora.

Las Fuerzas Armadas y el servicio de guardacostas filipinos han sido puestos en alerta, al igual que las agencias gubernamentales implicadas en la repuesta a las catástrofes naturales y equipos de urgencia de la Cruz Roja.

Los peligros a tener en cuenta son las inundaciones y riadas causadas por las copiosas precipitaciones que acompañan a Ruby, deslizamientos y avalanchas de tierra y árboles, postes, tejados y cualquier otro material arrastrado por los vientos huracanados.

"La población es consciente de que se tiene que preparar (...) la gente está comprando alimentos y almacenando carburante", declaró a la prensa el gobernador de Leyte del Sur, Roger Mercado, según la cadena de televisión GMA.

La amenaza afecta principalmente a la región oriental y central del archipiélago filipino, así como a la franja norte de la sureña isla de Mindanao y a la franja sur de la norteña isla de Luzón.

Un experto de la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) señaló que en estos momentos existe un 75 % de probabilidades de que toque tierra Hagupit, el nombre que le han dado los filipinos al supertifón; y un 25 %, de que cambie de rumbo, según el diario local Iquirer.

Entre 15 y 20 tifones visitan todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.

El año pasado, Haiyan, uno de los más potentes de la historia, causó 6.300 muertos, más de 1.000 desaparecidos y 14 millones de damnificados.

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