Filipinas. La onu quiere pagar a 200.000 filipinos por retirar los escombros generados por el tifón haiyan


El Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) ha puesto en marcha un programa de “dinero por trabajo” con el que pretende dar empleo a unos 200.000 filipinos en los próximos seis meses si ayudan a retirar los escombros provocados por el paso del tifón Haiyan en el archipiélago.
La ONU subrayó este lunes que unas 5.230 personas han muerto, más de 1.600 se encuentran desaparecidas y más de 13 millones están afectadas por el tifón Haiyan, que ha dejado sin hogar a unos 3,5 millones de filipinos.
El programa “dinero por trabajo” forma parte de la respuesta de recuperación temprana del PNUD a la devastación causada por el tifón y como forma de reanimar la economía local mediante la inyección de dinero a quienes colaboren en esta iniciativa.
Así, el pasado fin de semana un primer grupo de 180 hombres y mujeres empezó a retirar los escombros y los desechos médicos en dos hospitales, dos escuelas y calles de tres barrios severamente dañados en Tacloban, una de las ciudades más afectadas, y en Palo, y recibieron para ello equipamiento básico como generadores, palas y carretillas.
"La remoción de escombros es una parte importante de la operación de socorro. Las calles sin escombros son una condición previa para la distribución de ayuda”, señaló Haoliang Xu, director regional para Asia y el Pacífico del PNUD.
Este dirigente del PNUD señaló que, “además de contribuir a la labor humanitaria, la remoción de escombros es también un componente esencial de la recuperación económica. Vamos a crear 200.000 puestos de trabajo temporales en los municipios más afectados durante los próximos seis meses”.
El programa del PNUD incluye la limpieza de caminos, para facilitar la llegada de la ayuda humanitaria a las comunidades aisladas.
Esta iniciativa de remoción de escombros y gestión de residuos forman parte de un plan de recuperación temprana de unos 20 millones de dólares (unos 14,8 millones de euros) aportados por el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF), el PNUD y el Gobierno japonés.

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