Fiscalía de Turín abre investigación sobre dueño de empresa prótesis mamarias

  • La Fiscalía de Turín abrió hoy una investigación sobre el empresario francés Jean-Claude Mas, de 72 años, propietario de la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), productor de implantes mamarios de silicona, por posibles delitos de estafa en el comercio y venta de productos peligrosos para la salud.

Roma, 30 dic.- La Fiscalía de Turín abrió hoy una investigación sobre el empresario francés Jean-Claude Mas, de 72 años, propietario de la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), productor de implantes mamarios de silicona, por posibles delitos de estafa en el comercio y venta de productos peligrosos para la salud.

El fiscal Rafaelle Guariniello informó de la apertura de las diligencias al Ministerio de Sanidad italiano tras los análisis de las prótesis realizados por las autoridades sanitarias, informan medios de comunicación italianos.

Según la documentación llegada desde Francia, las prótesis utilizadas por esta empresa están compuestas por silicona industrial en lugar de silicona médica, agregan.

La Fiscalía decidió exonerar de responsabilidades a la empresas importadoras de las prótesis para Italia, situadas en Florencia y Nápoles, por considerarlas extrañas a los hechos.

El ministro de Sanidad italiano, Renato Balduzzi, afirmó ayer que exigirá a hospitales y clínicas la elaboración de una lista de mujeres a las que les fueron implantados prótesis mamarias de la empresa francesa.

Balduzzi exigió además que las clínicas que no usaron implantes fabricados por la desaparecida PIP envíen una declaración en la que lo ratifiquen.

En Italia se implantaron alrededor de 4.000 prótesis de la empresa PIP y se registraron más de 20 roturas de las mismas.

La empresa francesa PIP, que cerró en 2010 después de declararse en suspensión de pagos, según la información que ha trascendido a los medios de comunicación usó en el 80 % de sus implantes un gel que no cumplía las normas sanitarias para aumentar sus beneficios en hasta un millón de euros al año, ya que le costaba diez veces menos que el autorizado.

El Gobierno francés informó el pasado 20 de diciembre de que evalúa los riesgos ligados a las citadas prótesis, mientras que las autoridades pidieron a las 30.000 portadoras en el país que se las retiren tras haber sido vinculadas con un caso mortal de cáncer.

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