La salida masiva de los niños en el primer día desata la polémica social y política

Esta semana el Ministerio de Sanidad y la Vicepresidencia de Derechos Sociales acordaron que los menores podían salir a las vías públicas para correr, saltar o jugar, siempre y cuando estén acompañados de un adulto. Hoy, domingo, ha sido el primer día, desde que se aprobó el estado de alarma, en el que los niños han podido pisar las calles españolas. Y vaya si han salido, si se miran las imágenes que se han podido captar.

La medida no ha estado exenta de polémica desde el primer momento. El propio Gobierno tuvo que rectificar su primera propuesta, después de ser recibir críticas por parte de expertos sanitarios, y también de otras formaciones políticas. En el primer día de desconfinamiento para los menores de 14 años, las críticas se han desatado casi desde mediodía, una vez que se ha comprobado a pie de calle el efecto de la decisión. Había demasiadas ganas y no había ningún control extra. ¿El resultado? Calles llenas y poco respeto a las medidas de seguridad. Tanto políticos como usuarios de Twitter han cargado contra la medida como primer avance y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras señalar hasta en tres ocasiones que no era consciente de estas salidas masivas, ha recordado que el Gobierno siempre tiene la potestad de tomar otra decisión. 

De hecho, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha hecho alusión a la misma mientras se encontraba reunido con el resto de presidentes autonómicos y Pedro Sánchez. Torra asegura en su Twitter que ha recibido "comentarios alarmantes" sobre la salida de niños a la calle. "Estoy en la reunión de presidentes pero me llegan comentarios alarmantes de la salida de chicos y chicas a la calle. Estamos en máxima alerta y debemos extremar las precauciones", ha escrito en un tuit en el que ha adjuntado una imagen con las recomendaciones de la Generalitat para estas salidas.

Por su parte, en Twitter muchos usuarios están criticando la falta de responsabilidad por parte de los padres de los menores en muchos puntos de España, que no están acatando las indicaciones y recomendaciones anunciadas por el Gobierno. Es más, durante toda la mañana el hashtag #niñosenlacalle ha sido la primera tendencia en toda España (y en la gran mayoría de las referencias primaba la crítica) hasta que la ha sustituido otro: #irresponsables (también sobre este asunto de los niños).

A todo esto, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior a la videconferencia con los presidentes autonómicos, ha preferido quedarse con lo que tiene de "alivio" esta medida. "Todos hemos visto imágenes esta mañana que los niños y niñas, siguiendo las recomendaciones, han podido disfrutar de esta medida de alivio con ejemplaridad". Preguntado directamente sobre el asunto en el turno de los periodistas, Illa ha admitido que no ha visto personalmente casos de aglomeraciones pero que la información que tenía de primera hora del Ministerio del Interior era que se estaban cumpliendo con las normas de distanciamiento. 

Más allá de las polémicas, la salida ha generado una emoción similar a la del Gobierno entre los pequeños. En medio del entusiasmo, patinetes, triciclos y carritos de bebé han vuelto este domingo a las calles. "No sé quién tenía más ganas de esto, si ellos o yo", han reconocido muchos de los viandantes consultados por Efe.

Es el caso del pequeño Simón, de 2 años, quien según su madre, Carolina, aguardaba desde primera hora el momento de salir, impaciente junto a la puerta con las zapatillas puestas y sin haberse quitado siquiera el pijama. Con todo, el clima nublado o incluso lluvioso con el que ha amanecido España en muchos puntos ha retenido un tanto las ansiadas primeras salidas, como se ha notado en Oviedo, donde el orvallo, la niebla y los 14 grados de temperatura no animaban mucho al paseo.

No ha sido hasta las diez de la mañana cuando las calles han empezado a vislumbrar poco a poco una estampa inédita desde hace semanas. "Ha sido duro, sí, sobre todo teletrabajar con ellos en casa y con tanta energía acumulada", ha señalado Celia, que no sabía cómo reaccionaría la más pequeña de sus hijos, de solo 11 meses, a este contacto con una realidad casi nueva para ella.

No ha sido la única maravillada. "Se han quedado boquiabiertos con las fuentes, como si no las hubiesen visto nunca. Me decían: '¡Mira, mamá, una flor!'", ha relatado otra de las consultadas por Efe junto a dos de sus hijos, afortunados respecto a su hermana adolescente, que como mayor de 14 años "se ha tenido que quedar en casa pese a las ganas que tiene de ver al novio".