Francia bombardea feudo sirio del Estado Islámico tras los atentados de París

  • Aviones franceses lanzaron el domingo una intensa ofensiva de bombardeos sobre la ciudad siria de Raqa, el feudo del Estado Islámico (EI) en Siria, en una primera respuesta a los atentados de París, reivindicados por este grupo yihadista.

Menos de 48 horas después de los atentados que dejaron 129 muertos y más de 350 heridos en París, cazas franceses lanzaron una veintena de bombas en Raqa, destruyendo un puesto de mando y un campo de entrenamiento, según el gobierno.

Doce aviones, incluyendo diez cazas, salieron de forma simultanea desde Emiratos Árabes Unidos y Jordania, una primicia desde el inicio de la intervención militar francesa en Siria en septiembre.

El operativo, que se llevó a cabo en coordinación con las fuerzas estadounidenses, fue llevado a cabo contra "objetivos previamente identificados durante misiones de reconocimiento realizadas por Francia", indicó el ministerio de Defensa.

El presidente francés François Hollande había calificado a los atentados del viernes de "acto de guerra" y había advertido que su país sería "implacable" en todos los terrenos, "interno como externo".

Por otra parte, la policía francesa difundió el domingo la foto de un presunto implicado en los atentados de París, bajo orden de arresto internacional, y concentra ahora su investigación en Bélgica, el país donde podrían haberse planificado los ataques.

El sospechoso es Salah Abdeslam, de 26 años, un hombre considerado "peligroso" y que residía en Molenbeek, un barrio popular de Bruselas donde al menos siete personas han sido detenidas desde los atentados.

"Estamos determinados a actuar juntos (...) para desmantelar las redes" yihadistas, declaró el ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, tras reunirse el domingo en París con su homólogo belga Jan Jambon.

El domingo por la noche la policía realizó un registro en Bobigny, en los suburbios del norte de París. Aún no se conocen los resultados.

Los atentados del viernes tuvieron lugar simultáneamente en varios puntos de París, cuando hombres armados con Kalashnikov dispararon contra los asistentes a un concierto de rock y contra personas que estaban en las terrazas de varios cafés.

También hubo un ataque contra el Estadio de Francia, en las afueras de París, donde se disputaba un partido de fútbol. Tres suicidas se hicieron estallar en el exterior y el ministro de Deportes francés confirmó este domingo que habían intentado entrar en el recinto.

La investigación apunta ahora a Bélgica, donde a principios de semana se alquilaron dos de los vehículos que fueron utilizados en los atentados.

Uno de ellos (un Seat negro) fue hallado el domingo de madrugada en las afueras de París con varias armas dentro. El otro (un VW Polo) fue descubierto cerca del Bataclan, la sala de conciertos donde murieron 89 personas.

Cientos de personas colocaron durante toda la jornada del domingo flores, velas y mensajes en los lugares de los atentados.

En la céntrica plaza de la República, convertida en mausoleo improvisado de recuerdo a las víctimas, se vivió una breve estampida humana por una falsa alarma, signo del nerviosismo de los parisinos tras los ataques.

Por su parte la alcaldía de París anunció la reapertura de los museos el lunes, que permanecieron cerrados durante dos días.

En la iglesia de Notre Dame sonaron las campanas a las 18h15 (17h15 GMT) antes de una misa en la que participaron personalidades de todo el país. El lunes se respetará un minuto de silencio a las 11h00 GMT tanto en Francia como en todos los países de la Unión Europea.

Durante todo el fin de semana se multiplicaron las manifestaciones de solidaridad en el mundo. Entre varias, el domingo se apagaron las luces de la fontana de Trevi y del Coliseo en Roma durante minutos en un homenaje a las víctimas.

De los siete suicidas que participaron en los ataques tres ya han sido identificados y son franceses, de entre 20 y 31 años.

Dos de ellos vivían en Bruselas, uno en el barrio de Molenbeek, según la fiscalía belga. El primero se hizo estallar cerca del estadio de fútbol y el otro en el bulevar Voltaire, en el este de París.

El tercer suicida, que ya fue identificado el viernes, es Omar Ismail Mostefai, de 29 años, por ahora el único identificado de los que participaron en el atentado en la sala de conciertos del Bataclan.

Los investigadores intentan ahora determinar si algunos de los siete detenidos en Bélgica están también implicados en los atentados.

Uno de los detenidos en Molenbeek había alquilado uno de los dos autos localizados y fue identificado en un control el sábado en Cambrai, en el norte de Francia, cerca de la frontera belga.

Molenbeek se ha convertido en un lugar de tránsito de los yihadistas de los últimos años, como Mehdi Nemmouche, responsable de la masacre en 2014 del museo judío de Bruselas, quien vivió en ese barrio.

En Francia la policía investiga desde el sábado a siete personas de la familia de Omar Ismail Mostefai, fichado desde 2010 por riesgo de radicalización.

También se ha encontrado un pasaporte sirio cerca del cuerpo de uno de los suicidas del estadio. El pasaporte pertenece a un migrante que llegó a Europa a través de Grecia el pasado 3 de octubre.

bur-vl/prh/pc/age/lmm/meb

Mostrar comentarios