Llega con cuentagotas

Entre el fraude y la precipitación: caos en la compra masiva de material sanitario

Un avión procedente de Shanghái, con 11,7 toneladas de material sanitario
Un avión procedente de Shanghái, con 11,7 toneladas de material sanitario
EFE

La desesperación por encontrar un vendedor en un mercado saturado es el mejor escenario posible para que los desalmados hagan su agosto. No ya sólo por intentar estafar, que también, sino por aprovechar  un momento de crisis como el que está generando el coronavirus para poner en el escaparate unos test de detección rápida, unas mascarillas o unos trajes EPI que en otras circunstancias no verían la luz por no cumplir todos los requisitos necesarios para ser lo efectivos que se persigue. El FBI lleva semanas lanzando mensajes sobre fraudes en torno al material sanitario a la comunidad médica de tomar las precauciones adecuadas a la hora de cerrar una compra con cualquier proveedor con el que nunca haya trabado o con aquellos que de repente aparecen en el mercado como el salvador de la situación. Pero tratándose del Covid-19 todo es nuevo. Y en medio de estas aguas tan revueltas los gobiernos de todo el mundo intentan pescar para lograr cuanto antes el material necesario que desde sus hospitales demanda su personal sanitario, que en primera línea de batalla se protegen como puede en esta lucha interminable contra un virus que en España ha dejado ya 9.053 fallecidos.

Desde que el Gobierno decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo y todo el material médico necesario para enfrentarse al Covid-19 quedara bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad, las compras de test, mascarillas, respiradores, trajes EPI o guantes han empezado a llegar con cuentagotas y resultado ser motivo de críticas en algunos casos. Hace tres semanas nadie se imaginaba este escenario y China es el escaparate al que mira todo el mundo por ser los primeros en enfrentarse a esta pandemia. Según ha publicado este diario, fuentes del Ministerio capitaneado por Salvador Illa insistieron en la falta de capacidad, estructura y experiencia del ministerio para gestionar las compras centralizadas en torno al material sanitario chino. De hecho, en los últimos días se pidió la ayuda de los técnicos de Economía y Comercio para evaluar las contrataciones, al solvencia de las empresas o, simplemente, para tener un listado de posibles proveedores.

Y, en ese escenario, hace unos días el Ministerio de Sanidad tuvo que devolver una partida de 50.000 test de detección rápida del coronavirus adquirida al laboratorio chino Bioeasy Biotechnology mediante una empresa española. Su funcionamiento resultó ser defectuoso. El mismo fabricante, sin ser sancionado por el Ejecutivo, enviará nuevos. Nada más conocerse que dichos test no cumplían con su función primordial, detectar si una persona puede estar infectada por el Covid-19 en no más de 20 minutos, el Gobierno chino salió en su defensa asegurando que dicha empresa "no había  conseguido todavía la licencia oficial" para vender en el país. El Ejecutivo español reconoce que estos test adquiridos contaban con homologación europea para su compra y, por tanto, podían comercializarse en todo el espacio comunitario. Eran unos test que llegaban después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo anunciara en una comparecencia desde Moncloa. Algo en la cadena de compra falló.

Tampoco llegan los aviones con material sanitario comprados desde la Comunidad de Madrid y que debería haberlo hecho la semana pasada. Ante la falta de material, algunas comunidades autónomas han decidido autoabastecerse ellas mismos. Desde el Ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso reconocen que fue "complicado" comprar material en China "sin un canal previo establecido" y que el retraso se debe a que los "imprevistos" han sido "variados" ya que el "mercado global" está "tensionado" y "desbordado".  El vicepresidente Ignacio Aguado reconoce que "es complicado moverse en este mercado en estas características y circunstancias". Ha explicado que la compra en China se hace de forma "muy distinta" a como se hace en Europa porque hay que "ir a pie de fábrica para hacer las compras" o "pagar por adelantado".

Madrid es la comunidad más castigada por el virus en España. En las últimas 24 horas ha sumado un total de 211 muertes más con coronavirus, lo que eleva la cifra de fallecidos desde que comenzó la epidemia a 3.603. En este escenario, la presidenta de la comunidad anunció la compra del material que le demandan desde sus colapsados hospitales... pero con el mismo resultado que por ahora está teniendo el Ejecutivo español. Menos problemas han tenido los aviones, que sí están llegando. Uno de los primeros fue el fletado por Inditex procedente de China con más de 300.000 mascarillas quirúrgicas y 75.000 equipos individuales de protección. No ha sido el único. Ayer aterrizaron tres más, uno fletado por Defensa desde Shanghái y otro desde Turquía con cargamento sanitario enviado por la OTAN.  

Los problemas que está encontrado el Gobierno español para comprar en el mercado chino no es solo algo 'made in spain'. El Ejecutivo holandés adquirió unas mascarillas que una vez repartidas por los hospitales para el personal médico se comprobó que no cerraban correctamente o tenían filtros defectuosos. El vendedor: China. En la República Checa el 80% de los test para detención rápida del coronavirus tampoco fueron eficaces. Según recoge la prensa del país, los kits muestran falsos positivos y negativos. Desde Sanidad explicaron que dicha prueba "no era de diagnóstico, sino de confirmación". En Turquía se han enfrentado a un escenario parecido al español: parte del material no era eficaz al 100%. Hasta los servicios de inteligencia de Israel, el Mossad, están siendo 'engañado' en esta crisis. El Gobierno recurrió a ellos porque se suponía que tenían contactos (ellos nunca habían comprado nada parecido al exterior y tienen problemas para comprar a ciertos países) y sabían moverse en el mercado... resulta que compraron unos test que solo sirven de refuerzo a los test de detección.

Y aunque los malos tiempos también traen verdaderos amigos, como la donación desde una provincia china que recibían ayer en Navarra con material sanitario, la peor cara de los desalmados del coronavirus también se está viendo, atacando sobre todo al ciudadano de a pie. En EEUU, el FBI está creando por todo el país unidades especiales para luchar contra todo tipo de fraudes relacionados con el Covid-19. Su agencia nacional ya tuvo que desmentir que existieran un test que se pueda hacer en el hogar. En Los Ángeles fueron incautados 120.000 en el mercado. España tampoco se libra de estas estafas. Desde la Policía Nacional y la Guardia Civil se alerta constantemente de las posibles estafas que se están generando y gestando en relación al coronavirus. Desde médicos que acuden a casas para hacer un supuesto test y en realidad buscan desvalijar la casa a la venta de mascarillas al mejor postor en una subasta privada. 

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