La borrasca Félix, que dejó un severo temporal marítimo en casi toda España la semana pasada, se aleja de las costas españolas. En su lugar, a partir del miércoles llegará Gisele, otra tormenta profunda que volverá a dejar vientos huracanados, intenso oleaje y precipitaciones.
Delia Gutiérrez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha avanzado que mañana será un día de transición antes de la llegada de Gisele.
En cuanto a la trayectoria de la borrasca, Gutiérrez ha subrayado que será muy similar a la última, por lo que previsiblemente alcanzará la península por el oeste peninsular, aunque el cuerpo de la borrasca terminará afectando a todo el país y se alargará hasta el fin de semana.
"Pegará más de lleno en la costa atlántica, mientras que la cantábrica y la mediterránea quedarán más refugiadas de los efectos", ha señalado la portavoz.
Más de una treintena de provincias se encuentran en alerta amarilla y naranja por lluvias, viento y oleaje a partir del miércoles. El jueves y viernes, aunque toda la península seguirá de manera muy clara bajo la influencia de la borrasca, los pronósticos anuncian menor intensidad.
Cantabria y el País Vasco tienen activado el aviso naranja (riesgo importante)por temporal marítimo con viento del oeste, fuerza 8 e intenso oleaje de hasta 5 metros de altura.
En la Comunidad Valenciana se mantiene activada la alerta naranja por rachas máximas de viento que alcanzarán los 90 kilómetros por hora en áreas del interior sur de la provincia de Valencia.
En las comunidades de Murcia, Asturias, Islas Baleares, Islas Canarias, Galicia, Cataluña, Castilla La-Mancha, Aragón, la ciudad de Melilla y Almería y Granada (Andalucía) persiste la alerta amarilla (riesgo ) por fenómenos costeros adversos o por rachas fuertes de viento; Huesca y Cuenca siguen con aviso amarillo por nevada.
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