Gobierno subraya que España participará en la COP-20 "con los deberes hechos"

  • El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha insistido hoy en que España participará en la próxima Cumbre de las Partes (COP-20) de Lima "con los deberes hechos" en materia de cambio climático tras el compromiso unilateral de "reducir nuestras emisiones en un 40 % hasta 2030".

Madrid, 27 nov.- El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha insistido hoy en que España participará en la próxima Cumbre de las Partes (COP-20) de Lima "con los deberes hechos" en materia de cambio climático tras el compromiso unilateral de "reducir nuestras emisiones en un 40 % hasta 2030".

Ramos, que ha participado en la última jornada del XII Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) en Madrid, recordó algunas de las iniciativas impulsadas por las autoridades españolas como ejemplo de "unión de esfuerzos" en la lucha contra el cambio climático.

Entre ellas, la creación del Grupo Español para el Crecimiento Verde, en el que han participado empresas, agentes sociales y la Administración para "trabajar conjuntamente en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero".

Sus aportaciones permitirán "fortalecer la posición negociadora de España y la Unión Europea en las próximas cumbres internacionales sobre el clima" empezando por la de Lima que comenzará el próximo lunes.

Tras la intervención del secretario de Estado de Medio Ambiente, ha comenzado un grupo de trabajo sobre las empresas y el impacto de su actividad en la biodiversidad, cuyos ponentes explicaban que la intención era fomentar un "correcto seguimiento de las acciones de biodiversidad que llevan a cabo las compañías en España", así como definir los indicadores que describen la inversión privada en la protección del medio.

En este grupo, el responsable de Protección Medioambiental Corporativa de Cepsa, Manuel Pacheco, mostraba su esperanza de que fuera posible establecer "los indicadores más prácticos para cualificar y cuantificar las acciones empresariales que repercutan en la biodiversidad" ya que son "muy pocos" los que abordan la gestión de la biodiversidad desde la empresa.

En el caso de su compañía, de los 39 con los que contaban para medir el impacto medioambiental, "sólo el 8 % están relacionados con aspectos empresariales y el 5 % con el 'networking'", cuando la biodiversidad debe a su juicio entenderse como "un caso de negocio" en que se deben de combinar "las acciones de protección del medio con el objetivo empresarial de obtener resultados".

La directora de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la empresa Lafarge, Pilar Gegúndez, ha apostado por crear una base de datos que agrupe los indicadores que miden la protección de la biodiversidad, parámetros que deben estar "georreferenciados para optimizar los recursos empresariales", a fin de que las compañías sepan "qué tipo de impacto medioambiental pueden provocar" según donde se desarrolle su actividad.

La representante de Fundación Biodiversidad, Olga Martín, ha defendido la intencionalidad del mensaje, que debe permitir una "comunicación directa entre empresas y consumidores" sobre su responsabilidad ambiental, porque "hay que ofrecer un mensaje diferenciado según el tipo de receptor y con un lenguaje cercano que no use palabras técnicas".

Martín ha insistido además en que "las empresas se tienen que cuestionar, saber qué coste tiene la protección de biodiversidad y que lo incluyan en sus cuentas de resultados".

El grupo de trabajo sobre "Empresas y Biodiversidad" se ha constituido para encontrar soluciones a la pérdida de biodiversidad en el planeta, mostrando el valor económico que ésta y los servicios de los ecosistemas suponen para las empresas.

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