Golpe al narcotráfico: citarse en la sala de urgencias del hospital para vender la coca

Operación Guardia Civil
Operación Guardia Civil

Tras doce meses de investigación han sido detenidas 39 personas y desmantelado un importante entramado criminal, asentado en Madrid y dedicado al tráfico de estupefacientes, principalmente de cocaína, entre la península y Canarias a través de la paquetería postal. Todo empezó con la detención de un hombre en Tenerife, cuando pretendía recibir un envío que contenía 15 kilos de cocaína y 1 kilo de MDMA en un puf. Ese fue el hilo del que tiraron desde la Agencia Tributaria y la madeja llegó hasta una investigación abierta por la Guardia Civil tras detener a un varón de origen sudamericano tratando de introducir en Canarias 38 kilos de cocaína. En una operación conjunta también con Policía dejaron fuera de juego a importantes nombres del narcotráfico en España. Así fue la operación bautizada Parce/Crisal y en la que los movimientos de droga se gestaban en una sala de urgencias de un hospital. 

Mediante empresas privadas de paquetería este entramado criminal hacía llegar la cocaína desde la Península hasta Canarias, donde el kilo puede alcanzar los 45.000 euros frente a los 30.000 en la Península. Para ello utilizaban nombres falsos, pero reales. A través de Internet se hacían con listados de nombres, apellidos y DNI de opositores que luego utilizaban para poner en el destinatario de dichos paquetes, según relatan a La Información fuentes de la investigación. 

Operación Parce/Crisal
Operación Parce/Crisal 

Como consecuencia de la incautación de la cocaína camuflada en un puff la organización se vio obligada a buscar otras vías de introducción y distribución hacia el archipiélago, optando entonces por las conocías mulas, correos humanos que la transportaban en vuelos domésticos. Doce de estas personas fueron detenidas y se les incautó hasta 9 kilos de cocaína.  Desmantelada esta red de mulas, la organización retoma el método original de envíos de droga camuflada en paquetería. Vuelven a ser detectados. En este caso la mercancía llegaba oculta en el interior de una nevera: 38 kilos. 

Pese a los golpes 'La Negra' continúa. Continuando la investigación los agentes identifican a la persona que desde Madrid dirigía bajo sus órdenes el aparato criminal investigado, la colombiana T.P.M., alias 'La Negra', una histórica del narcotráfico en España relacionada con la entrada de toneladas de cocaína en nuestro país durante años quién, a su vez, contaba con la colaboración de un clan familiar ubicado en Seseña (Toledo); un núcleo muy hermético y jerarquizado, compuesto por seis miembros de una misma familia, todos ellos colombianos. 

Operación Parce/Crisal
Operación Parce/Crisal 

Cuando la organización se ve acorralada por los golpes de los agentes deciden dar el salto. Necesitan pagar las deudas que están asumiendo con los cárteles colombianos proveedores de la droga: la deuda asciende a los tres millones de euros. Y la nueva alternativa para continuar con tan lucrativa actividad es abrir una nueva vía de suministro en Galicia. Es allí donde establecieron contacto con narcotraficantes gallegos, con la idea de preparar un nuevo envío de cocaína por vía marítima en contenedores desde Sudamérica, constatándose por parte de los agentes que mientras se negociaba la importación se iniciaron de nuevo la adquisición de pequeñas partidas de cocaína para mantener su estatus y conseguir dinero para su financiación. Es así como se interceptan a dos nuevas mulas que transportaban por carretera cocaína desde Pontevedra, siendo detenidas una en Zaragoza con un kilo de droga y otra en Orense con otros 10 kilos de la misma sustancia.

Para emprender la nueva vía gallega los 'negocios' los hacían en un hospital. Los nuevos socios eran muy celosos de la seguridad y uno de su 'modus operandi' era concertar una cita en la sala de urgencias de un centro hospitalario de Vigo. Allí pasaban un rato hasta que comprobaban que ninguno de los pacientes que estaban en la sala pudiera ser un agente. Una vez estaban seguros se procedía al intercambio de droga o de planes. Fueron descubiertos cuando los agentes comprueban que ese destino era habitual en muchos de los seguimientos.

Llegados a este punto se procedió a la fase de explotación operativa con un total de 18 registros domiciliarios simultáneos en las provincias de Pontevedra, Madrid, Toledo, Guadalajara, Lanzarote y Tenerife. La organización criminal estaba asentada en Madrid, pero enviaron al archipiélago los efectivos necesarios para que una vez llegara la cocaína fuera distribuida. De los 39 detenidos, 31 son colombianos, 5 españoles, dos venezolanos y un brasileño. En los registros fueron intervenidos 73 kilos de cocaína, 150.000 euros en efectivo, armas, 41 vehículos.

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