Localizan 50 enganches ilegales

Nuevo golpe policial en la Cañada Real por tráfico de drogas y fraudes de luz

Un centenar de agentes de la Policía Nacional regresan a las calles de la barriada madrileña en una operación que sigue en curso. 

Golpe policial en la Cañada Real
Golpe policial en la Cañada Real
Policía Nacional

Los agentes de la Policía Nacional han vuelto a las calles de la Cañada Real en Madrid en una nueva operación contra el tráfico de drogas y la defraudación del fluido eléctrico. Ayer mismo se sabía que la compañía distribuidora de electricidad tiene localizados un total de 50 enganches ilegales a la red que registran "consumos de escala industrial" y que estarían abasteciendo tanto a las viviendas de la zona como a "las plantaciones de droga". 

Así lo aseguraba ayer el consejero de Vivienda y Administración Local, David Pérez, tras mantener un encuentro con la empresa y con el Ayuntamiento de Madrid para atajar los cortes de suministro que llevan experimentando los habitantes de este enclave chabolista desde hace más de dos meses. En este sentido indicó que estas plantaciones de marihuana producen "sobrecargas inasumibles e incompatibles" con un uso doméstico "regular"; picos que desde la empresa energética cifran en "cinco veces el consumo medio de una familia".

Es por ello que instó a la Delegación del Gobierno en Madrid a que actúe para poder desmantelar estos puntos de cultivo de drogas que estarían detrás de los cortes; un hecho que además es de "gravísimo riesgo" al hacer enganches ilegales y "manipular el tendido" que podría causar cortocircuitos que derivasen en incendios.

El pasado mes de octubre detenían a los 14 integrantes del clan de los Kikos, la organización criminal que regentaba la venta de drogas en el poblado y que llegaba a suministrar cerca de 200 dosis diarias de estupefacientes y vivía en un complejo completamente bunquerizado. En la denominada Operación Maíz, que continúa este martes, los agentes desarticularon la banda que se consideraba sucesora del clan de Los Gordos, del que son familiares, y que contaba con el punto de venta de droga con mayor suministro de Madrid. El jefe del clan, Kiko, controlaba desde hace siete años el tráfico de la droga de Madrid, desde un "supermercado" donde se embolsaba 300.000 euros. En los cinco registros efectuados entonces, los Kikos tenían 18 armas de fuego cortas reales con casi 2.000 cartuchos de distintos calibres.

La intervención se está llevando a cabo en el Sector VI de la Cañada Real y en ella participan más de cien policías de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), de Caballería y del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas. La investigación ha sido dirigida por el Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ) y, por el momento, se han practicado cinco entradas y registros y varias detenciones, en un número por concretar.

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