Guatemaltecos abarrotan los cementerios para adornar tumbas de sus muertos

  • Miles de guatemaltecos abarrotan hoy los cementerios públicos y privados para adornar las tumbas de sus muertos en conmemoración del Día de Todos los Santos y la víspera del Día de Difuntos.

Guatemala, 1 nov.- Miles de guatemaltecos abarrotan hoy los cementerios públicos y privados para adornar las tumbas de sus muertos en conmemoración del Día de Todos los Santos y la víspera del Día de Difuntos.

En esta ancestral costumbre, los guatemaltecos van cargados de flores y coronas, algunas elaboradas de papel de colores, para colocar en las tumbas de sus familiares fallecidos, según lo pudo constatar Efe.

El cementerio general, ubicado en el sur de la capital, es el que convoca hoy y mañana a más familias, y según publicaciones de prensa, cerca de un millón de personas llegarán a ese camposanto.

Muchos deudos, sobre todo en el interior del país, acostumbran a llevar música o mariachis, comida y licor, para compartir en las tumbas.

La víspera, los miles de familias acuden a los camposantos a limpiar el monte que se acumula a lo largo del año y a pintar las tumbas.

Muchos de los más de 25.000 agentes que tiene la Policía Nacional Civil (PNC) fueron destacados a dar seguridad a los más de 700 cementerios públicos y privados que existen en Guatemala.

Además de visitar los cementerios, los guatemaltecos acostumbran hoy compartir el platillo tradicional de esta época, el fiambre, elaborado de verduras, carnes, mariscos, quesos y embutidos.

El consumo de las conservas de dulces son otras de las tradiciones para el Día de los Santos y de los Difuntos en este país centroamericano, que a diario llora la muerte de entre 14 y 15 personas en hechos de violencia.

Esta efemérides está muy arraigada en Guatemala y en las comunidades de Sumpango y Sacatepéquez, en el oeste del país, la costumbres es volar enormes barriletes (cometas) que según las creencias de la población, sirven para espantar a los malos espíritus.

Miles de guatemaltecos se dan cita en estas comunidades indígenas para presenciar a las cometas que son elaboradas por verdaderos artesanos que le dan un colorido espectacular a los barriletes de papel y algunos de tela, los cuales llegan a medir hasta 20 metros de diámetro.

A las cometas que son elevadas al cielo, sus creadores le ponen una enorme cola en la que colocan pedazos de papel que hacer ruido para espantar a la ánimas malas para que dejen descansar en paz a los buenos espíritus en el lugar.

En la comunidad indígena Mam de Todos Santos Cuchumatán, en el departamento noroccidental de Huehuetenango, los lugareños han mantenido viva una de sus ancestrales tradiciones que es la carrera de caballos este 1 de noviembre.

Los hombres, que se visten con plumas, cinturón y chaquetas especiales, cabalgan por diversión en una pista de 100 metros durante casi todo el día, y la mayoría de jinetes se desvelan la noche anterior de esta celebración.

La idea es que pese al desvelo, el jinete se tiene que mantener sobre su caballo, pero algunos no soportan y caen al suelo, lo que no tiene ninguna consecuencia.

Sin embargo, la leyenda dice que si alguno muere durante estas carreras, significa que el pueblo tendrá "un buen año".

La tradición señala que el jinete debe participar por lo menos cuatro años consecutivos en estas carreras para no llevar mala suerte y durante todo el día llevan un pollo al cual sacrifican al final de la competencia en la que, no hay ganadores ni perdedores.

En la capital, el arzobispo metropolitano, Oscar Vián, celebró una misa en honor a Todos Los Santos.

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