Guerra critica que hay socialistas que se han aburguesado y ya no se indignan por las injusticias


El exvicepresidente del Gobierno y veterano líder socialista, Alfonso Guerra, critica en sus memorias, “Una página difícil de arrancar”, que hay socialistas que se han aburguesado y “perdido su capacidad de indignarse ante las injusticias”.
“Hay un sector de la izquierda que ha buscado confundirse con la derecha en lo relativo a su forma de vida, y han perdido su capacidad de indignarse ante las injusticias porque ellos ya forman parte del paisaje que las produce”, señala en su libro, presentado hoy en un acto que tuvo lugar en la madrileña sede de El Círculo de Lectores.
Para este veterano de la política española, según consta en un resumen del libro facilitado por la editorial, “el socialismo debe declarar la guerra a este sistema inhumano, injusto, humillante e ineficaz”. En sus memorias defiende que la izquierda debe combatir los paraísos fiscales.
En sus memorias, las terceras que escribe, habla de su relación con Felipe González y del distanciamiento entre ambos. “Una persona que ha jugado un papel tan importante en la historia de nuestro país y en la del partido no debería terminar eliminando sectariamente a quienes más le han apoyado, en beneficio de algunos que sólo entienden de poder”, afirma.
“Desde el punto de vista humano es una tragedia. Que un hombre que ha contado con casi treinta años de colaboración sea incapaz de hablar con quien le ha ayudado durante tanto tiempo es una tragedia... Ni puedo concebir qué miedos, qué limitaciones pueden llevar así a la tragedia a un hombre”, añade.
Tampoco se salva de la crítica de Guerra el expresidente del Ejecutivo José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo Gobierno, dice, le pareció “impredecible”. Sobre los contactos con ETA, señala que, aunque el PP “adoptó una actitud inmoral, sucia, repugnante”, Rodríguez Zapatero cometió el error de no dejar de hablar de un asunto que, en su opinión, debería haberse llevado con toda discreción.
Otra de las cuestiones que le critica Guerra a Zapatero es la idea de que bajar los impuestos es de izquierdas, o que cometiera “la grave imprudencia de anunciar que los que decidieran en el Parlamento catalán sería aprobado por el Parlamento español”.
SALGADO Y SOLCHAGA
De Elena Salgado afirma que fue nombrada ministra “con criterios ajenos a la competencia y al conocimiento”. Afirma que “mostró un desconocimiento profundo de cómo se dirige una reunión de líderes” en la de ministros de Economía y jefes de Gobierno de la UE en mayo de 2010.
En cuanto a Carlos Solchaga, afirma que el demostró una “gran ignorancia en economía” y que “hocicó” al admitir posteriormente una propuesta del propio Guerra que, en su momento, había rechazado.
Este veterano socialista no se olvida tampoco del mundo judicial y habla en sus páginas de dos magistrados: Marino Barbero, que instruyó el ‘caso Filesa’ y Baltasar Garzón, que investigó los GAL.
Del primero dice que hizo que Filesa se convirtiera en un “verdadero aquelarre judicial”. “Mi convicción es que el magistrado sufrió un trastorno de personalidad... El desconocido profesor universitario se encontró investido de un poder sin límite que le condujo a una práctica errática del derecho, sin ronzal que pudiera sujetarlo”, protagonizando “desbocadas actuaciones y amenazantes declaraciones”, dice.
Respecto a Baltasar Garzón, afirma que tiene una “pasión incontenible por sí mismo”, al tiempo que asegura que él se le debe la “degradación de la función de jueces y magistrados por mor de la vanidad”.
A su juicio, la investigación que llevó a cabo sobre los GAL estuvo deslegitimada, puesto que “había mantenido evidente y pública enemistad con (Rafael) Vera” y “carecía de la imparcialidad constitucionalmente exigida para instruir un sumario”.

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