Los habitantes de Fort McMurray podrán volver a sus hogares en junio

Decenas de miles de habitantes de Fort McMurray, región canadiense devastada por incendios forestales, podrán volver voluntariamente a sus hogares en junio si las condiciones son favorables, dijeron este miércoles las autoridades.

En la localidad petrolera de Fort McMurray "sigue habiendo muchos peligros", dijo la primera ministra de la provincia canadiense de Alberta, Rachel Notley, en rueda de prensa. "Tenemos que abordarlos todos antes de que sea seguro que los habitantes comiencen a regresar", dijo.

La responsable señaló que el regreso podría realizarse entre el 1 y el 15 de junio, si las condiciones lo permiten, pero "si las condiciones cambian, como lo hicieron la semana pasada, el regreso voluntario puede comenzar después" de esa fecha, aclaró.

La bajada de las temperaturas la semana pasada permitió a los bomberos sofocar varios focos, pero el tiempo seco y los vientos sostenidos favorecieron este miércoles el rápido avance de las llamas cerca de las instalaciones petroleras situadas a decenas de kilómetros al norte de Fort McMurray y motivaron que se pospusiera el regreso de los habitantes.

Los servicios de incendios estimaban este miércoles que la superficie quemada en la región era de 4.220 km2, es decir, 670 km2 más que 24 horas antes.

"Tenemos unas condiciones de fuego extremas", y los vientos avivan las llamas, indicó Travis Fairweather, portavoz de Bomberos, a la televisión CBC.

En las últimas dos semanas se ha evacuado a más de 100.000 personas de Fort McMurray y poblaciones aledañas, que se han refugiado en Edmonton, Calgary y, en la mayoría de los casos, en casas de familiares en sus localidades de origen.

El recrudecimiento de los incendios y, sobre todo, las espesas columnas de humo que rodean la ciudad han obligado a suspender o ralentizar los trabajos de rehabilitación de las redes e infraestructuras, ya que los trabajadores tuvieron que refugiarse.

Una explosión que dañó casi una decena de casas y los incendios que surgen aquí y allá por toda la ciudad son señales de que no se cumplen las condiciones para el retorno de los habitantes, había dicho Notley más temprano este miércoles.

La red eléctrica se restableció en gran parte de la ciudad, y el flujo de gas retornó a un 60% de los inmuebles de Fort McMurray.

Las instalaciones petroleras siguen amenazadas por las llamas, al igual que los inmensos campamentos de viviendas prefabricadas en los que, en condiciones normales, residen decenas de miles de trabajadores del petróleo.

El martes, el fuego devoró 665 viviendas de uno de estos campamentos, que había sido evacuado unas horas antes.

Las petroleras Suncor y Syncrude, que a finales de la semana pasada hicieron retornar a gran parte de sus empleados para relanzar la producción, desplazaron a 8.000 personas al norte, hacia Fort MacKay, y dejaron apenas un centenar de empleados formados en la lucha contra los incendios.

El impacto en la producción petrolera es de alrededor de 1,2 millones de barriles diarios en el conjunto de la cuenca de Athabasca, al norte de Fort McMurray, según el instituto Conference Board.

En el conjunto de la provincia de Alberta, seguían activos 18 incendios, tres de ellos fuera de control, según los servicios de bomberos.

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