"Hemos pasado un infierno", afirma una turista evacuada en La Gomera

  • "Lo que hemos pasado ha sido un infierno, hemos tenido miedo por nuestra vida y por la de nuestros hijos", aseguró hoy la alemana Melany, que pasaba estos días unas vacaciones junto con su familia en Valle Gran Rey.

Marta Cabello

San Sebastián de La Gomera, 13 ago.- "Lo que hemos pasado ha sido un infierno, hemos tenido miedo por nuestra vida y por la de nuestros hijos", aseguró hoy la alemana Melany, que pasaba estos días unas vacaciones junto con su familia en Valle Gran Rey.

Melany fue una de las en torno a mil personas desalojadas en ferry durante esta madrugada a San Sebastián tras el incendio que se declaró anoche en Valle Gran Rey.

"Nos acabábamos de ir a dormir y me sentía nerviosa. Me asomé a la ventana, vi gente corriendo que gritaba que había fuego y que debíamos irnos rápido hacia el muelle", comentó a Efe la mujer, alojada junto con sus dos hijas gemelas en la Residencia de Estudiantes de San Sebastián.

Melany se asomó a las 23.00 horas al balcón situado detrás de la casa y tras ver el barranco "todo rojo" partió junto con su familia hacia el puerto de Vueltas.

"Estaba todo lleno de humo, me picaban los ojos y nos caían trozos grandes de ceniza, en 45 minutos el fuego bajó de Guadá al Centro de Salud", explica.

Afirma que ayer vivió la peor noche de su vida y "no lo quiero vivir ninguna vez más, he tenido miedo por la vida de mis niñas como todos los padres de Valle Gran Rey", dice.

Andrea, que vive en la isla desde hace 6 años y trabaja en la recepción de un complejo de apartamentos del municipio gomero, coincide en asegurar que "ha sido una situación horrorosa, hemos tenido miedo por nuestra vida".

"Fue una ola de fuego que explotó y vino desde arriba, salimos corriendo hacia el muelle con pánico", señala para recordar que en el puerto de Vueltas la mayoría de la gente permaneció tranquila "pero con mucho miedo".

Tanto Melany como Andrea consideran una falta de responsabilidad que tras la estabilización del incendio los hidroaviones regresaran a la Península.

Herga, que vive en una casa alquilada en Guadá, comenta que el sábado subió a buscar sus cosas, las empaquetó en diez minutos y se instaló en un apartamento de la zona baja del valle.

"Vi muchas llamaradas de fuego y con mi hija y mis nietos me fui rápido con el coche al puerto, las cenizas nos caían en el pelo", indica.

Una gomera que vive en el sur de Tenerife y que viajó a la isla para cumplir una promesa durante las fiestas de Chipude sostiene que vivió los momentos del incendio con "mucha angustia y amargura".

"Me echaron el viernes de mi casa de Chipude, me fui a Arure donde estuve una noche y ahora tuve que salir de Valle Gran Rey", se lamenta.

"Dejaron quemar todo lo que teníamos, que era nuestra casa y por la que hemos trabajado toda la vida. Es una gran desgracia lo que nos ha pasado", afirma otra de las afectadas.

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