Un corresponsal de la cadena local ha contado que el alto el fuego se ha roto este martes con el inicio de nuevos enfrentamientos en el campo de refugiados palestinos a las 10.00 horas entre milicianos de Al Fatá y de un grupo extremista.
Los enfrentamientos se han saldado con tres personas heridas, una de ellas un niño que está en estado grave. En un primer momento, medios locales han informado de que el niño había muerto, pero posteriormente han aclarado que está gravemente herido.
En los enfrentamientos, que han tenido lugar en el barrio de Fawqani, se han utilizado subfusiles y proyectiles, según ha señalado el corresponsal de Al Manar. Los tiroteos han llegado a alcanzar algunos barrios fuera del campo de refugiados, incluido el de Saineeq, en la localidad de Sidón.
Las escuelas y clínicas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) no han abierto este martes sus puertas por segundo día consecutivo y se cree que un elevado número de personas han huido del campo por los enfrentamientos.
Las facciones palestinas enfrentadas tiene previsto mantener este martes una reunión para retomar las conversaciones que iniciaron el lunes sobre la situación del campo. Los dos grupos se reunieron en la Embajada de Palestina el lunes, con la presencia del embajador, Ashraf Dabbour, y de Azzam al Ahmad, miembro del Comité Central de Al Fatá.
En Líbano, un total de 450.000 palestinos están registrados con la UNRWA, la mayoría de los cuales residen en los doce campamentos del país.
En los últimos meses se han registrado varios enfrentamientos armados en el campamento de Ain al Hilweh. Los enfrentamientos estallaron en diciembre entre Al Fatá y grupos islamistas radicales tras el asesinato del miliciano islamista Samer Hmeid, que fue achacado al citado movimiento.
Según una convención existente, el Ejército libanés no puede entrar en ninguno de los doce campamentos palestinos que hay en el país, dejando la seguridad de los mismos en manos de las facciones palestinas.
El campamento de Ain el Hilweh es conocido por la existencia de fugitivos y extremistas en su interior, que se acogen a la imposibilidad de ser detenidos en el mismo por las autoridades libanesas.
En el campamento están inscritos más de 54.000 refugiados palestinos, a los que se han unido varios miles más que han huido del conflicto armado en Siria.
El Ejército libanés "pausó" en noviembre de 2016 la construcción de un "muro de seguridad" alrededor de este campamento de refugiados, el más grande del país.
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