Considerada una talentosa diplomática, la princesa Ashraf dirigió la delegación iraní ante la Asamblea General de la ONU durante más de un década, precisó el consejero de la princesa, Robert Armao.
También era una importante portavoz de su hermano, para el cual dirigió varias misiones diplomáticas, una de ellas a China.
Vista como una pionera en materia de derechos de las mujeres en Irán, fue la primera mujer que se presentara en público sin velo, gesto que la convirtió en blanco de las críticas de los religiosos fundamentalistas iraníes.
En el exilio participó activamente en la promoción de la herencia cultural, artística y literaria de Irán.
Ashraf deja un hijo, el príncipe Chahram, cinco nietos y bisnietos.
El Sha Mohammad Reza Pahlavi gobernó Irán desde 1941 a 1979, cuando fue derrocado por la Revolución islámica.
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