Historiadores estadounidenses y españoles tratan de evitar el derribo de un hospital clave en la Guerra Civil

  • Tarancón (Cuenca).- Historiadores estadounidenses y españoles, además del británico Paul Preston, siguen reclamando que no se derribe el único hospital durante la Guerra Civil que sigue en pie en Tarancón, localidad clave en esa contienda por su ubicación estratégica e importante centro para las brigadas internacionales.

Historiadores estadounidenses y españoles tratan de evitar el derribo de un hospital clave en la Guerra Civil
Historiadores estadounidenses y españoles tratan de evitar el derribo de un hospital clave en la Guerra Civil

Tarancón (Cuenca).- Historiadores estadounidenses y españoles, además del británico Paul Preston, siguen reclamando que no se derribe el único hospital durante la Guerra Civil que sigue en pie en Tarancón, localidad clave en esa contienda por su ubicación estratégica e importante centro para las brigadas internacionales.

Unos cuarenta historiadores, investigadores, sociólogos, excombatientes, escritores y cineastas han enviado dos cartas al alcalde de Tarancón, Raúl Amores, para pedirle que evite que este edificio, abandonado desde hace tres años y medio, se derribe por su importante papel en la Historia española.

Tarancón, localidad conquense de unos 15.000 habitantes, ubicada a unos 80 kilómetros de Madrid, jugó un destacado papel en sanidad y logística militar y como nudo ferroviario de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil (1936-1939).

Entre los colectivos que apuestan por su mantenimiento está la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca (ARMH), cuyo presidente, Máximo Molina, explica en una entrevista con Efe que es necesario que edificios "que se han ganado a pulso su lugar en la Historia" se declaren bienes de especial protección.

En este sentido, recuerda que el antiguo Hospital de Santa Emilia, más conocido como "El Hospitalillo", se puso en marcha en los años 20 para atender a los más desfavorecidos.

Durante la Guerra Civil española fue el único centro sanitario en activo de la zona y recibió decenas de heridos en todas las operaciones periféricas previas de la Batalla del Jarama, que en 1937 inició el ejército nacional para intentar cortar las comunicaciones con Madrid.

En él trabajaron médicos de las brigadas internacionales y durante la dictadura franquista fue un edificio sanitario y posteriormente albergó a transeúntes amparados por órdenes religiosas, señala Molina.

Desde hace unos tres años y medio el edificio y su jardín están abandonados, llenos de basura y en un estado lamentable.

El alcalde, que es además presidente del Patronato de la Fundación Lozano, a la que pertenece la titularidad del edificio, ha autorizado su reconversión en una residencia de ancianos porque los estatutos de la Fundación contemplan su uso asistencial.

Molina indica que están abiertos al diálogo porque creen que es posible compatibilizar la residencia de mayores y el espacio que se destine a la actividad museística, estableciendo un calendario fijo o una cita previa adaptada a las necesidades de los investigadores y visitantes que lo solicitaran.

La larga nómina de firmantes de las dos cartas remitidas al alcalde en las últimas semanas considera necesario mantener el hospital porque, en su opinión, se está realizando un gran esfuerzo investigador en los Estados Unidos y Gran Bretaña por descubrir "nuevas fuentes" sobre el apoyo médico internacional a la II República Española durante la Guerra Civil.

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