Holanda pone freno a la cooperativa que quería facilitar el suicidio a gran escala

  • Pretendían utilizar unos polvos conservantes que, ingeridos en la cantidad adecuada, provocaban la muerte en menos de una hora.
La Fiscalía holandesa vigila las actividades de Laatste Wil
La Fiscalía holandesa vigila las actividades de Laatste Wil
La Fiscalía holandesa vigila las actividades de Laatste Wil
La Fiscalía holandesa vigila las actividades de Laatste Wil

La Fiscalía holandes investiga a la cooperativa holandesa proeutanasia Última Voluntad (Laatste wil), que pretendía repartir entre un millar de  sus miembros una sustancia para facilitar el suicidio, a pesar de que los dirigentes de esta sociedad habían renunciado a sus planes.

"Estamos contentos con el anuncio hecho por 'Última Voluntad', pero la investigación sigue en curso y su actividad, monitorizada", dijeron a Efe fuentes de la Fiscalía.

El Ministerio Público, que se reunió el pasado lunes con la junta de la cooperativa, tenía planes de procesar a los implicados en la compra grupal como "miembros de una organización criminal", dijo a Efe el presidente de Última Voluntad, Jos van Wijk.

"En la junta estábamos preparados para ser interrogados, pero no queríamos poner en esa posición a nuestros miembros", añadió Van Wijk.

La citada cooperativa está a favor de ampliar las leyes de eutanasia y anunció en septiembre de 2017 que había encontrado unos polvos conservantes que, ingeridos en la cantidad adecuada, provocaban la muerte en menos de una hora.

Esta sustancia recibió el nombre de "Middel X" y posibilitaba saltarse los requisitos exigidos para solicitar la eutanasia en Holanda: sufrir una enfermedad que produzca un dolor insoportable y que no existan perspectivas de mejora.

La noticia desató una fuerte polémica, pero supuso el salto a la fama de la cooperativa, que pasó de 3.500 miembros a 23.000 en poco más de seis meses y se profesionalizó.

A finales de enero enviaron una invitación a 3.000 de sus miembros, que llevaban un mínimo de seis meses inscritos, para preguntarles si estaban dispuestos a participar en la primera compra grupal del conservante, pues sólo se puede adquirir en venta al por mayor.

Unos 1.000 respondieron afirmativamente y pagaron las cantidades convenidas, pero el proceso se ha visto paralizado por la Fiscalía, que estudia prohibir todas las actividades de la cooperativa y recordó en un comunicado el artículo 294 del Código Penal: asistir al suicidio es punible en Holanda.

"Nuestros miembros están decepcionados y enfadados, pero la mayoría nos ha dado su apoyo", declaró Van Wijk, cuya organización debe devolver ahora el dinero que recibió por adelantado.

El caso Knol

La investigación de la Fiscalía se da en el marco de una fuerte polémica en Holanda por la muerte de Ximena Knol, una joven de 19 años que se suicidó gracias a una sustancia en polvo que adquirió por Internet.

Sus padres han denunciado que la publicidad que la cooperativa hizo del componente facilitó que su hija lo buscara y encontrara con facilidad.

Desde 'Laatste wil' niegan tener relación con la joven y ponen en duda que ingiriera el mismo producto.

"Nosotros no hemos dado el nombre específico de esos polvos. Cuando alguien dice que lo tiene debe venir de otra fuente, pero no de nosotros", aseguró Van Wijk.

Ximena Knol
                

Sin embargo, el presidente de "Última Voluntad" reconoció saber de personas que dicen tener un kilo del también llamado "polvo suicida" en su casa, algo que calificó de "realmente peligroso", pues sólo son necesarios dos gramos para ser una sustancia mortal.

La cooperativa defiende que, con la compra del conservante, sea obligatorio adquirir una caja fuerte que sólo pueda ser abierta con la huella dactilar del propietario, evitando que otra persona tenga acceso.

"Última Voluntad" celebrará en mayo una asamblea general para decidir los siguientes pasos a dar como organización.

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