La "crisis" que plantea el flujo de inmigrantes en las puertas de la Unión Europea "puede ser controlada", dijo Hollande en conferencia de prensa.
"La Comisión Europea va a proponer repartir a 120.000 refugiados (entre los países de la UE) en los dos próximos años, lo que representa para Francia 24.000 personas. Lo haremos", recalcó.
"Es el deber de Francia, de cuya alma forma parte el derecho de asilo", dijo, recordando que ese derecho está inscripto en la Constitución francesa.
"Ante esos dramas" de la inmigración, "propuse junto con la canciller Angela Merkel un mecanismo permanente y obligatorio de acogida de los refugiados para repartir el esfuerzo entre los países europeos", recordó, recalcando que "la palabra obligatorio es importante, porque es diferente de lo que se hizo, o más bien de lo que no se hizo en los últimos meses".
Ese mecanismo y una política común "debe ser adoptada ahora por los países europeos". Sin política común, el mecanismo "estallará" y eso podría significar "el fin de Schengen, el retorno a las fronteras nacionales", añadió Hollande.
Sin embargo, subrayó, con las fronteras nacionales "no habrá" la respuesta necesaria. "Necesitamos a Europa y Europa necesita solidaridad y responsabilidad", afirmó el presidente francés, que daba el lunes la sexta gran conferencia de prensa de su mandato.
Para que el mecanismo propuesto sea eficaz "es necesario controlar el proceso con centros" para inscribir a los inmigrantes y verificar cuáles están concernidos por el derecho de asilo. Pero es necesario también una mayor colaboración con los países de origen, precisó.
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