Para muchos no es rentable abrir

La ocupación hotelera de Gandía: apenas 14 reservas... y solo dos están abiertos

Recepción del hotel Borgia en Gandia
Recepción del hotel Borgia en Gandia
Cedida

El Hotel Borgia de Gandía limpiaba ayer sus tres estrellas. Vuelven a brillar después de que el pasado 13 de marzo se viera obligado a cerrar sus puertas cuando el Gobierno decretó el estado de alarma por la crisis del coronavirus, que en España ha dejado ya más de 26.000 muertes. Ahora este negocio familiar -que no había cerrado ni un solo día desde que se inaugurara hace 27 años- es el único abierto en Gandía junto al dos estrella Hugo Beach. Ubicado en el centro, hoy tiene reservadas nueve habitaciones de las 72 de las que dispone, tres más que ayer. "A lo largo de la semana las reservas irán goteando", cuenta a La Información su director, Pablo del Castillo. Las reservas del otro hotel, situado en la zona del puerto, es de cinco habitaciones. En ambos se hospedan trabajadores de la zona. El resto de los 25 hoteles de esta localidad valenciana tienen un ojo puesto en Madrid para empezar a abrir sus puertas, así como de la cercana Valencia capital, que sigue en zona cero.

Gandía cuenta con 4.850 camas, unas 2.400 habitaciones, según datos de la Oficina de Turismo. De ellas solo 14 están ahora mismo ocupadas. Para la gran mayoría de los hoteles no es rentable abrir sus puertas ya que estamos hablando de establecimientos de más de 200 habitaciones muchos que difícilmente pueden cubrir gastos hasta que no se empiece a avanzar de fase en muchas zonas del país, incluida la Comunidad Valenciana, donde no todos han podido disfrutar de desayunar en una terraza, como sí lo han hecho los vecinos de Gandía. 

Los que no lo hicieron, pero les dio una gran alegría, fueron los siete trabajadores que ayer volvieron al Hotel Borgia, de los doce que tiene durante todo el año en plantilla. Ninguno quería cerrar, pero  "nos obligó la ley", asegura Del Castillo. Todos han recibido un curso por parte de la empresa que hace unos días fumigó todas las plantas a la espera de poder abrir para esos clientes que llamaban durante el confinamiento demandando una habitación. Hace un año "estábamos casi al completo". De las reservas que se hicieron el primer día, ayer, una se canceló. Era un sanitario. El resto de los huéspedes que suelen frecuentar el lugar son personas de negocios que ahora se han encontrado habitaciones más 'espartanas' "pero que cumplen con todos los requisitos dictados por Sanidad". 

El hotel recibe a sus huéspedes con una alfombra en la que se desinfectan los pies, con un lector de documentación y una mampara en la recepción donde se encontrarán el primer bote con líquido hidroalcohólico. Todos los trabajadores llevan mascarilla y se han incrementado los servicios de limpieza "siguiendo las instrucciones de la empresa que hizo la desinfección". Cuando se utiliza una habitación pasan 24 horas hasta que se vuelve a ocupar y en ellas ya no están las alfombras ni los cojines ni los jabones que hasta que llego esta pandemia eran tan habituales en los cuartos de baño. Los huéspedes también se encuentran el minibar vacío y el mando a distancia de la televisión dentro de una bolsa de plástico "que se cambia todos los días"

El Hotel Borgia por ahora no ha abierto su restaurante "para estudiar cómo organizamos para cumplir con todas las normas" pero sí ofrece el desayuno a sus clientes llevándolo hasta "la habitación". Los lugares comunes también están cerrados y en la recepción se han retirado el 80% de las mesas y sillas para cumplir las medidas de distanciamiento "que es en lo que más hincapié nos hacen los expertos". Otro habitual de los hall de los hoteles también se echa en falta: la estantería con los periódicos del día está vacía. 

El director de este hotel no se lo pensó dos veces cuando llegó la oportunidad de abrir "para empezar cuanto antes con la recuperación del negocio". Del Castillo cree que "los hoteles deberían haber estado abiertos porque es un servicio, aunque no esencial, si necesario para una ciudad". Recuerda las llamadas de huéspedes que intentaban reservar una habitación a los que había que comunicar que estaban cerrados. Este director de hotel que encara las nuevas condiciones en las que poner en marcha de nuevo el negocio por culpa de la covid-19 con "respeto" y, al igual que sus empleados, "con ganas y responsabilidad", considera que durante el confinamiento "algunos de los hoteles deberían haber permanecido abiertos".

Asegura que " no todos, pero cada ciudad debería haber tenido algunos de guardia porque ha habido clientes con problemas para hospedarse, sobre todo los lugares donde ha habido refuerzos sanitarios o aquellas empresas de construcción que aunque con cortes han seguido trabajando".  Su opinión es la de su familia, que cuentan además con otros dos hoteles en la playa de Gandia: Hotel Don Pablo y Hotel Gandía Playa. Ambos son cuatro estrellas y están en la zona de playa. Como el resto de sus 'vecinos' están pendientes de que el Gobierno empiece a pasar de fase a ciudades como Madrid, Albacete, Aragón, País Vasco e incluso otros puntos de Valencia como la capital. De cómo evolucione la desescalada dependerá que muchos adelanten o no una apertura que en principio tienen prevista para mediados de junio y estar preparados para el mes de julio.

A unos siete kilómetro de este hotel hay otro en la zona de Gandia puerto que también ha decidido abrir sus puertas: Hugo Beach Hotel. Tiene 17 habitaciones y cinco estaban ayer reservadas por "trabajadores de la zona". También han tomado todas las medidas anunciadas por Sanidad, lo que hace que ahora "nunca vamos a estar llenos". Una de las normas es tener que dejar pasar un día desde que un cliente deja una habitación hasta que vuelve a ser ocupada por otro. En este caso su apertura ha sido algo más 'sencilla' porque no dispone ni de zonas comunes ni de restauración.  

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