"Han agotado el plazo"

De los aplausos a la calle: la huelga MIR prende en las consultas de toda España

La crispación entre los sanitarios por el "maltrato" de las autoridades ha disparado la convocatoria de paros y manifestaciones en plena cascada de rebrotes.

Enfermeras y personal sanitario, durante unas protestas a las puertas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona
Enfermeras y personal sanitario, durante unas protestas a las puertas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona
Europa Press

El tiempo se ha agotado. Hace más de tres semanas que los MIR de Madrid lanzaron un ultimátum al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso: o se concretaba un convenio laboral antes del 2 de julio, o los más de 5.000 residentes de la región irían a la huelga indefinida. Pese al repunte de contagios en Madrid y una oleada de rebrotes en toda España, la negociación con la Consejería de Sanidad no ha llegado a buen puerto. El parón es inminente y pone en jaque a los hospitales madrileños y, aún más importante en este momento, vaticina el descalabro de la Atención Primaria. La mecha de la crispación ha prendido en el suelo árido de la precariedad que unos sanitarios al límite, llevan tiempo denunciando. La chispa de los MIR ya es incendio y, este mismo sábado, los médicos de toda España están convocados a una manifestación nacional.

El movimiento Médicos Unidos por sus Derechos (MUD) ha sido el fuelle que ha vertebrado la protesta a nivel nacional. No han sido necesarias las arengas para convencer a unos especialistas que llevan tiempo advirtiendo de que la Covid les ha llevado al límite. Las redes claman que, el próximo 4 de julio, ningún sanitario se quede en casa. El hastag #MásInversiónMejorSanidad, ha sido el catalizador bajo el que los profesionales han empezado a contar su historia. Lo han hecho con un relato común: "Llevamos soportando precariedad en #sanidad hace años. La pandemia nos ha llevado al límite. YA BASTA. Este sábado día 4 marcha por la sanidad, siguiendo las medidas de seguridad".

Rostros marcados por la huella de las gafas de protección han copado las redes. Los mensajes van firmados con el nombre y la especialidad de cada uno. No son necesarias más palabras, miles de ojeras enmarcan miradas que cuentan la historia de un colapso, sanitario y personal. Todos llevan meses achicando agua de un barco a punto del naufragio, inventando salvavidas para aquellos a los que la Covid dejó sin aire. Hasta el 26 de junio -cuando el Ministerio de Sanidad lanzó la última actualización oficial-, el coronavirus había infectado a más de 52.400 sanitarios. Solo entre el 11 de mayo y el 25 de junio, los positivos confirmados entre las filas de Sanidad fueron 1.039, entre hospitales y centros de salud, más de la mitad del total de casos.

"Han agotado el plazo, mantenemos la huelga el 13 de julio"

Este escenario llama con urgencia a la definición de ese convenio para los residentes. Y es que en España los MIR no son estudiantes que siguen a un especialista por los hospitales, sino graduados que en formación que, a partir del primer año, toman ciertas decisiones. El abanico de sus competencias ha alcanzado un ángulo de 360 grados durante la pandemia. En mitad del caos, los MIR han trabajado hasta 30 horas seguidas, a veces sin supervisión, en los puntos calientes de los hospitales como las UCI o las Urgencias.

 "Nos reunimos con la directora general de Recursos Humanos, Raquel Sampedro, en quien la Consejería ha delegado el asunto", explica Diego, residente del Clínico San Carlos y uno de los representantes de la  de los residentes para la negociación. "De entrada querían hablar de acuerdo y no de convenio". El 8 de junio lanzaron el ultimátum y, hasta el lunes 22, no hallaron un hueco en la agenda de las autoridades."Dejaron abierta una segunda reunión para esa misma semana". Según el médico, a fecha del viernes 26 aún no había fecha para ese segundo encuentro, "a pesar de que solicitamos una reunión urgente"

Borrador del convenio para los MIR en Madrid
Descargar

El documento que el colectivo presentó a la consejería es solo un borrador, pero lleva fraguándose tres años. El Comité de Empresa MIR, que articula la representación sindical de los residentes, denuncia la "dejadez" de la cartera de Escudero al abordar la cuestión, de hecho, fuentes oficiales de la misma han insistido en que "no es oportuno abrir dicha mesa de negociación". Sheila Justo, presidenta del sector MIR del sindicato AMYTS, confirma esta posición de las autoridades regionales sanitarias: "Se han negado a avanzar en las conversaciones porque no las ven oportunas y se han dilatado tanto en el tiempo que hemos llegado a los plazos previstos".  La olla a presión de los MIR ganó temperatura, cuando varios hospitales madrileños advirtieron a los convocados de la suspensión de vacaciones y los permisos solicitados. 

"No se pueden suspender las vacaciones de residentes, por no ser plantilla estructural, al igual que no se les puede exigir la prestación de los servicios mínimos", afirman desde AMYTS. El sindicato ha avisado de que llevará a los tribunales cualquier 'zancadilla' de las instituciones contra la protesta. Los médicos en formación no tienen convenio porque, sobre el papel, están en formación. Ni forman parte de la plantilla de los centros, ni llegan a ser trabajadores de pleno derecho, como tampoco cuentan con un marco normativo propio. Este último apéndice tiene doble filo: al no ser plantilla estructural, sus bajas no deberían afectar un ápice a los servicios mínimos de los hospitales. El parón en masa de más de 5.000 MIR el próximo 13 de julio, revelará si ya es oportuno retocar los usos que reflejan los papeles.

Mostrar comentarios