El drama de los huérfanos de la violencia machista: cuatro menores en 48 horas

Velas en el portal de Ada
Velas en el portal de Ada

"Llegó papá con una pistola y mató a mamá". "Cojan a mi papá y salven a mi mamá". Cuatro niños de entre 7 y 10 años de dos familias diferentes se han quedado esta semana huérfanos después de ver como su padre mataba a sangre fría a su referente: su madre. Son las otras víctimas de la violencia machista, que en lo que va de año ha matado a 42 mujeres y dejado 32 huérfanos. "¿Qué va a ser ahora de ellos?" se preguntaban horrorizados los vecinos de la localidad pontevedresa de Valga y del barrio madrileño de Ciudad Lineal donde a tiros y navajazos perdieron la vida Sandra y Ada. 

El que fue primer Defensor del Menor, Javier Urra, puntualiza que perder a una madre "ya es terrible", si sucede por un hecho violento "se incrementa el dolor", si el hecho lo ocasiona el padre "el dolor se multiplica de forma exponencial" y si además se ve "es un auténtico tsunami emocional". Los últimos cuatro huérfanos de la violencia machista lo vieron. La última mujer asesinada presuntamente a manos de su pareja o expareja tenía dos hijas, de 8 y 10 años, que llamaron a los servicios de emergencias cuando vieron que su padre estaba en el portal donde ya no vivía esperando a su madre. Ellas fueron las que salieron corriendo detrás de el por la calle increpándole que había matado a su madre. Ellas fueron las que gritaron a los vecinos que por favor cogieran a su padre y salvaran a su madre. 

También la penúltima mujer confirmada como víctima de violencia de género, que fue asesinada este lunes presuntamente por su expareja en Valga (Ponteverdra), tenía dos hijos menores de edad, los cuales estuvieron presentes en el escenario del crimen, donde su tía y abuela por parte de madre también fallecieron. Como cada mañana, su madre los iba a llevar al colegio. Estaban sentados en el asiento de atrás del coche cuando se acercó su padre y con un revolver del calibre 32 comprado en el mercado negro  quitó la vida a su madre de un disparo. Un vecino, alertado por el ruído de los tres disparos, les llamó desde fuera y allí pasaron el día jugando con sus amigos. Cuando fueron preguntados por un guardia civil vestido de paisano no dudaron: "Llegó mi papá con una pistola y mató a mi mamá".  En el caso de estos dos pequeños de 4 y 8 años días después el juzgado de instrucción número dos de Caldas de Reis (Pontevedra) acordó suspender la patria potestad de sus hijos a José Luis Abet. Temporalmente se encuentran residiendo con un familiar directo, su tía abuela. En unos minutos perdieron a su madre, su abuela y su tía.

En el caso de las pequeñas de Madrid un familiar de la madre, "su hermano" según los vecinos, fue el que se hizo cargo por el momento de las pequeñas que tuvieron que ser atendidas por los médicos al estar en estado de shock. "Los niños viven el presente, no son como los mayores que si es sábado ya estamos pensando en lo que haremos el lunes y en lo que sucedió toda la semana pasada", puntualiza Urra. En este sentido es importante intentar que los pequeños vuelvan a su normalidad del colegio, de los amigos, de sus juegos "y un psicólogo vea el grado de estrés postraumático que puedan tener analizando su conducta, su apetito, su patrón de sueño", puntualiza el psicólogo a La Información. Pero tiene claro que la labor del terapeuta puede ser muy importante pero "lo esencial en estos casos es que reciban mucho amor y seguridad". 

Relata Urra, uno de los expertos del Pacto de Estado contra la violencia de género, que más adelante esos pequeños empezarán a hacerse preguntas "que no dirán pero pensarán como si lo que ha hecho su padre se hereda, o si tiene que ir a verle a la cárcel o incluso si le tiene o no que querer después de haber matado a su madre".  Y ahí la decisión la deberán tomar ellos "guiados por el terapeuta que les indique los pros y contras de todo". Asegura que el día de mañana estos niños "sí lograrán ser felices" pero no hay que olvidar que "la infancia se les ha quebrado".  Pero incluso da un paso más porque los asesinatos machistas ¿afectan al resto de niños? "Seguro que lo han escuchado y se pueden hacer preguntas de si en su casa eso podría ser".  Es aquí donde ve muy importante "educar a los niños desde pequeños". Y cree que hay que educarles precisamente en la ruptura "para entender el día de mañana que una ruptura puede suceder sin que nada te pertenezca". 

Esta semana las dos mujeres muertas ha sido a mano de sus exparejas. No vivían en esas casas, pero volvieron a ellas. En el caso de la mujer de Madrid los vecinos han relatado algún que otro episodio de gritos e insultos "hasta cinco días antes". Ada perdió la vida por las heridas que le causó  su expareja con un cuchillo de grandes dimensiones. No lo soltó. Con el salió a la calle desde el portal de menos de un metro en el que la mujer de origen paraguayo falleció. Y con el esperó sentado frente al portal en el que todavía se ven velas encendidas en el recuerdo de su vecina. Allí mismo fue detenido.

En el caso de Valga, Abet no era muy querido tampoco por los vecinos. Llegaron a esa localidad para hacerse una casa "y discutía con todos". Una vez separados un mensaje en el Facebook de la víctima señalaría a que no la dejaba. Horas después regresó a esa vivienda en la que había vivido junto a la familia para quitarle la vida y después llamar a la Guardia Civil para avisar de lo que había hecho. Se entregó en casa de su madre, donde fue detenido. 

600 euros al mes

Ambos están ya en la cárcel, a espera de juicio. ¿Y mientras fuera qué? Fundación Mujeres gestiona el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla que nació en 2016 precisamente con el objetivo de ayudar a estos niños y niñas y a sus familias cuando se quedan huérfanos. Sus denuncias por desproteccción fueron las que inspiraron la Ley 3/2019 de mejora de la situación de orfandad que entró en vigor el pasado mes de marzo, y con la que se buscaba asegurar que estos huérfanos reciban un mínimo de alrededor de 600 euros al mes.

Pero esto solo fue "un paso". En declaraciones a Europa Press, la presidenta, Marisa Soleto, explicaba que las familias que se quedan a cargo de los huérfanos siguen estando en una "situación de desamparo" y tienen "dificultades" a la hora de afrontar los trámites administrativos. Y todo ello teniendo en cuenta el "destrozo emocional" .

La jurista ha destacado en primer lugar "la situación de inestabilidad" de esa familia durante al menos dos años hasta tener una sentencia firme del crimen. Eso sí, ha apuntado que en los últimos años "se ha mejorado bastante la respuesta judicial", en el sentido de evitar que los menores tengan que acudir a ver al padre cuando está en prisión preventiva por cometer el asesinato de la madre, entre otras cosas.

Asimismo, Soleto ha recalcado que los huérfanos por violencia de género "suelen necesitar atención psicológica especializada" que, "en muchos casos no está en la puerta de casa". En este sentido, ha explicado que muchas de las familias a las que la fundación ayuda "se quejan" porque los servicios y atención que reciben "son de corta duración". "Son familias que durante mucho tiempo necesitarán un acompañamiento porque es un herida que tarda mucho en curar", ha subrayado al respecto.

Otra gran dificultad a la que se enfrentan estas familias es el "laberinto administrativo" relativo a las cuestiones fiscales, patrimoniales y de herencia de los menores huérfanos, tal y como ha expuesto Soleto.  La realidad la de la familia y huérfanos de la violencia de género era "invisible" hasta hace poco. De hecho, no fue hasta el año 2013 cuando estos menores se incorporaron a la estadística oficial.

Mostrar comentarios