Ataca a un agente

Imágenes de la detención de Noelia de Mingo tras apuñalar a dos personas

La Guardia Civil ha detenido a la doctora que en 2003 mató a tres personas en la Fundación Jimenez Díaz.

Un informe concluye que podría valorarse sustituir el internamiento por un tratamiento ambulatorio para Noelia de Mingo
Un informe concluye que podría valorarse sustituir el internamiento por un tratamiento ambulatorio para Noelia de Mingo
EUROPA PRESS

La Guardia Civil ha detenido a la conocida doctora con problemas mentales Noelia de Mingo, condenada por matar en 2003 a tres personas y herir gravemente a otras en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, por acuchillar hoy lunes a dos personas en un supermercado de la localidad de El Molar. Vecinos de la localidad madrileña han difundido en redes sociales el momento en el que los agentes se acercan para detenerla y ella continúa con el cuchillo en la mano. 

Se trata de Noelia de Mingo, que salió de la cárcel en tercer grado en 2017 bajo control de la familia a pesar de haber sido condenada a 25 años en una cárcel psiquiátrica. Ya en 2011 comenzó a disfrutar de salidas terapéutica hasta que en 2017 la Audiencia Provincial de Madrid acordó sustituir el régimen de internamiento por un tratamiento ambulatorio con custodia familiar, concretamente de su madre octogenaria, que vivía en El Molar, de donde son oriundas.

La sección 16 de la Audiencia de Madrid entendió hace cuatro años que la afectada "no constituye en estos momentos, y tras más de diez años de internamiento, un peligro para los demás ni para sí misma" en base a los informes psiquiátricos y psicológicos. Dio respuesta así a la petición que le formuló el juzgado de vigilancia penitenciaria que atendía el caso y a la vista de la coincidencia absoluta de los informes emitidos por todos los profesionales que han tenido contacto con la afectada.

Todos ellos establecieron que Noelia de Mingo padece esquizofrenia paranoide crónica, que no tiene cura, pero "se mantiene estable y no ha vuelto a presentar desde su internamiento episodios de descompensación". También determinan que es "plenamente consciente" de su dolencia (elemento absolutamente esencial en este tipo de padecimiento) y "reconoce perfectamente los síntomas que pudieran hacerle ver que puede empeorar".

Los especialistas también señalaron de forma unánime que se había adaptado sin contratiempos al centro psiquiátrico penitenciario y posee una "clara conciencia" del daño ocasionado. También determinaron que siguiera controlada por el psiquiatra del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, quien daría cuenta de su evolución a la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid.

El mismo profesional tendría que dar cuenta al tribunal de cualquier síntoma o elemento de descompensación que se aprecie en la afectada, sobre la que podrá adoptar las medidas terapéuticas de urgencia que fueran precisas. Como última medida de control, el tribunal estipuló que cada tres meses la Clínica Médico Forense de Madrid informara de la evolución de la paciente. "La clave, a juicio de este tribunal, para hacer compatible ese equilibrio entre necesidad terapéutica de la respuesta estatal y seguridad, está en el control, en el seguimiento puntual y razonable de la persona afectada por la medida", expusieron los tres magistrados en aquella resolución.

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