La cifra se incrementará bastante en Todoque

La imparable colada de lava devora casi 200 viviendas en su camino hacia el mar

"Vivimos en un nerviosismo continuo", contaban los vecinos del municipio de El Paso, que han tenido que dejar sus hogares de forma preventiva.

Los ríos de lava que bajan por las laderas del municipio de El Paso
La imparable colada de lava devora casi 200 viviendas en su camino hacia el mar.
EFE/INFOVOLCÁN

La lava continúa incontenible en su avance hacia la costa. Desgraciadamente, por el camino está arrasando con cientos de viviendas. El sistema Copernicus cuantifica ya casi 200 casas destruídas desde la erupción del pasado domingo. En concreto, este programa europeo de seguimiento de emergencias desde el espacio cifra en 180 las viviendas afectadas, pero serán muchas más tras haberse adentrado la colada en Todoque, un barrio de unos 1.200 habitantes en el municipio de Los Llanos.

Detrás de cada uno de esos 180 hogares hay una o varias historias. "Vivimos en un nerviosismo continuo", contaban los vecinos del municipio de El Paso, que han tenido que dejar los suyos de forma preventiva. Ese nerviosismo está más que justificado. Algunos saben que irremediablemente el caminar de la lava se tragará sus casas y, por eso, han intentado sacar cuantos enseres que han podido, apoyados por los servicios de emergencia, que han prestado toda su ayuda para facilitar este duro trago.

Entre los vecinos se imponen las lágrimas por lo ya perdido y por lo que se podía perder "porque es el trabajo de toda la vida", tal y como comentaba un hombre a Efe. Otro residente en la zona se lamentaba de que ya la lava se había tragado una vivienda de su propiedad y ahora otra iba a correr la misma suerte, mientras que una pareja buscaba desesperada a su gato.

El director del Instituto Volcánico de Canarias (Involcán), Nemesio Pérez, ha detallado a Efe que la gran diferencia de esta erupción respecto a las anteriores del pasado reciente de la isla, es la afección que está produciendo en viviendas y otras propiedades. Pérez afirma que, precisamente, es en esta variación donde se esconde gran parte de la peligrosidad de esta nueva erupción.

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