La embarcación llevaba a unas 250 personas cuando fue pasto de las llamas poco después de haber partido de un puerto de Yakarta. Las autoridades están aún peinando las aguas en torno al puerto en busca de víctimas, mientras continúa la identificación de los cadáveres carbonizados, ha indicado el director de la agencia de búsqueda y rescate de Yakarta, Hendra Sudirman.
Tras ser interrogado, el capitán ha sido designado sospechoso, según la Policía. "Hemos detenido al capitán del barco desde el incidente. Su estatus ahora es de sospechoso en base a la información de la tripulación y los pasajeros", ha explicado este martes el portavoz de la Policía de Yakarta, Argo Yuwono.
En virtud de la legislación naval, si un capitán provoca muertes por pilotar un barco que sabe que no es apto para echarse a la mar puede ser condenado a hasta 10 años de cárcel. La negligencia que tenga como resultado la muerte es punible en virtud del Código Penal con hasta cinco años de cárcel.
Los accidentes marítimos son frecuentes en Indonesia, un gran archipiélago, ya que a menudo los barcos van sobercargados, no están bien mantenidos o cuentan con muy pocos chalecos salvavidas.
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