Indígenas costarricenses buscan preservar su cultura a pesar del desarrollo

  • Los indígenas costarricenses buscan preservar sus raíces, su cultura, sus tradiciones y ritos a pesar del constante desarrollo industrial y tecnológico que los amenaza.

María José Brenes

San José, 27 abr.- Los indígenas costarricenses buscan preservar sus raíces, su cultura, sus tradiciones y ritos a pesar del constante desarrollo industrial y tecnológico que los amenaza.

En Costa Rica existen ocho grupos socioculturales indígenas distintos: Cabécares, Bribris, Ngäbe, Térrabas, Borucas, Huetares, Malekus y Chorotegas- que habitan en 24 territorios del país y hablan en seis idiomas indígenas.

A lo largo de los años han sufrido la marginación política, social y económica.

"Para nosotros es muy importante sentirnos orgullosos boruncas; habíamos perdido esa parte porque nos sentíamos humillados ante la sociedad. Ahora en cualquier parte del mundo en la que estemos debemos decir: 'yo soy un indígena borunca' y eso nos hace ser muy orgullosos, además que nos fortalece como grupo", dijo a Efe el indígena Boruca, Ulises Lázaro.

Son aproximadamente el 2,4 % de la población costarricense y ellos mismos, como respeto a sus raíces, tratan de mantener su cultura y su lengua.

El desarrollo industrial y la tecnología son las principales amenazas y ellos aseguran que tratan de mantener un equilibrio para no perder una parte vital de su pasado.

"En los años ochenta la gran amenaza fue la tala de árboles, donde perdimos gran parte de nuestro territorio; ahora, es la tecnología", expresó Lázaro, quien no obstante expresó la necesidad de aprovecharla para "el bienestar de la juventud y de todos".

Los Boruca son una tribu indígena que vive en el Pacífico sur de Costa Rica, son caracterizados por sus maravillosas máscaras talladas en madera hechas y pintadas a mano.

Además, las mujeres se dedican a los tejidos, ellas tiñen a mano hilos de colores para poder obtener como producto final bolsos luego de un proceso.

"Mi madre desde muy pequeña me enseñó el tejido y las pinturas. Yo me dedico a hacer bolsos, es nuestra fuente económica. Cuando presento mi trabajo me siento orgullosa de ser indígena Boruca", manifestó a Efe la joven Rosemarie Morales.

Son cerca de 2.000 personas que habitan en ésta reserva indígena en donde ellos mismos trabajan la tierra para brindarles a sus familias arroz, fríjoles, café, cacao, frutas, maíz, entre muchos otros productos.

En otro territorio indígena, el Bribri, también en la zona del Pacífico sur, se puede observar como sus integrantes buscan mantener un equilibrio entre el desarrollo sin perder las tradiciones.

La Asociación Bríbripa tiene El Centro Cultural Bríbripa, un lugar en donde sus componentes van dirigidos a vivenciar la cultura Bribri, sobre sus ritos, ceremonias y actividades como moler maíz, pilar arroz, cantos en lengua Bribri y hasta charlas para aprender el idioma.

La organización tiene declaración turística en donde ofrecen diferentes tipos tours, hospedaje, alimentación típica y venta de artesanías. Además, ofrecen el voluntariado, para quienes deseen trabajar en el pueblo

"Nacimos sembrando granos básicos, después nos hemos adentrado en atraer el turista. Las personas que vengan deben ser amantes de la naturaleza. Hasta hace siete meses es que tenemos internet, pero es para comunicarnos con las personas que están interesadas en vivir esta experiencia y compartir nuestra cultura", aseveró a Efe el indígena bribri, Guillermo Elizondo.

Independientemente del grupo indígena, todos ellos a lo largo de los años se han visto rechazados por una sociedad que ve sus tradiciones como banales. Sin embargo, sin miedo a nada ellos hacen una llamada de atención que les permita ser mostrados a la sociedad.

Los indígenas costarricenses buscan mantenerse en un mundo industrializado, consumista y a su manera buscan los espacios para preservar sus raíces, su cultura, sin tener que abandonar por completo la sociedad que los rodea y de la que también forman parte.

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