Los insectos polinizadores influyen en la evolución de las plantas

  • No hay mucho sexo vegetal sin los insectos polinizadores: las abejas, las moscas o las mariposas transfierente los granos de polen macho al estigma del estilo femenino de una planta, garantizando así su reproducción sexual. Investigadores del Departamento de Botánica Sistemática y Evolutiva de la Universidad de Zúrich (UZH, por sus siglas en inglés), en Suiza, revelan ahora que los insectos polinizadores también tienen una influencia sorprendentemente fuerte en la evolución de la planta.
EUROPA PRESS

Para su experimento, el profesor de UZH Florian Schiestl y el estudiante de doctorado Daniel Gervasi utilizaron la mostaza de campo, una especie de col y pariente cercano de la colza oleaginosa. Los investigadores permitieron que un grupo de plantas fuera polinizado únicamente por abejorros durante nueve generaciones; otro solo por sírfidos y un tercero a mano.

Después analizaron las plantas, "que diferían mucho", según Florian Schiestl. Las plantas polinizadas por los abejorros eran más grandes y tenían flores más fragantes con un mayor componente de color UV, que las abejas y sus familiares ven. Las plantas polinizadas por sírfidos, por otra parte, eran más pequeñas, sus flores eran menos fragantes y se auto-polinizaron considerablemente más.

Según Schiestl, el mecanismo del cambio evolutivo es el hecho de que los diferentes polinizadores difieren en sus preferencias y, por lo tanto, preferentemente polinizan de forma cruzada individuos de plantas específicas, al igual que un criador de plantas utilizando individuos con propiedades favorables. La eficacia de la polinización considerablemente menor de las moscas es la causa del aumento de la autopolinización. Las plantas se ayudan esencialmente si el polinizador transfiere demasiado poco polen.

El hecho de que las plantas cambiaran tan significativamente después de nueve generaciones fue una sorpresa para los investigadores: "La suposición tradicional es que la evolución es un proceso lento", explica Schiestl, quien saca la siguiente conclusión de sus hallazgos: "Un cambio en la composición de los insectos polinizadores en los hábitats naturales puede desencadenar una rápida transformación evolutiva en las plantas".

Esto es particularmente interesante ya que ciertos insectos polinizadores como las abejas han sido diezmados por el uso extensivo de pesticidas y el agotamiento del paisaje en las últimas décadas. A juicio de Schiestl, sería concebible que las plantas dependieran cada vez más de las moscas como polinizadoras, lo que daría como resultado la evolución de fragancias de las flores más débiles y más auto-polinización. A largo plazo, esto reduciría la variabilidad genética de una población de plantas y las plantas se volverían más susceptibles a la enfermedad.

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