En tiempos en los que la popularidad se mide por el número de followers, cualquier cosa vale con tal de aumentar la cifra. Desde aquellos que compran seguidores para engañar a las marcas hasta los que hacen retos virales poniendo su vida en peligro y un largo etcétera.
Ahora, mejorar el aspecto de Instagram para subir en seguidores se ha convertido en negocio en Londres. Y lo ha hecho a través de una tienda llamada Selfie Factory destinada exclusivamente a eso: hacerse fotos para subir a las redes.
Se trata de un espacio con unas 'veinte habitaciones' decoradas con distintos motivos. Desde una piscina de bolas rosas, una bañera retro, un oso de peluche gigante, un restaurante de los años 50 o un rincón de confeti.
La entrada cuesta unos 11,20 euros y el tiempo para estar en el 'circuito' y hacerse todas las instantáneas posibles es de 60 minutos.
Promover "la felicidad y el amor propio"
Según específica en su página web, Selfie Factory es una compañía creada por tres jóvenes que, tras un viaje a Los Ángeles, se inspiraron para crear una tienda para Instagramers.
El objetivo es, reza en su web: "Promover la felicidad, la positividad y el amor propio y creemos que tomar fotos puede ser una buena diversión".
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