EEUU no da tregua a Micheletti al rechazar las elecciones y retirar la ayuda

  • Bogotá.- El Gobierno de Estados Unidos apretó con nuevas sanciones el cerco en torno al Gobierno de Roberto Micheletti en Honduras, el cual como respuesta lamentó que se "condene" a un pueblo que "lucha contra la expansión marxista".

El Gobierno de Micheletti lamenta que EE.UU. haya decidido irse por el lado de Chávez
El Gobierno de Micheletti lamenta que EE.UU. haya decidido irse por el lado de Chávez

Bogotá.- El Gobierno de Estados Unidos apretó con nuevas sanciones el cerco en torno al Gobierno de Roberto Micheletti en Honduras, el cual como respuesta lamentó que se "condene" a un pueblo que "lucha contra la expansión marxista".

Justo después de que el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, se reuniera con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el Gobierno estadounidense anunció la retirada definitiva de 30 millones de dólares en ayudas a Honduras, que estaban suspendidas desde el golpe de Estado del 28 de junio.

"Estados Unidos ha enviado un mensaje claro al régimen de facto de que el status quo es inaceptable", dijo Philip Crowley, secretario de Estado adjunto.

Además, anunció que no reconocerá al ganador de las elecciones que se celebrarán el 29 de noviembre en Honduras, en las que el Gobierno de Micheletti tiene puestas sus esperanzas como salida a la crisis política.

El Gobierno de Brasil, por su parte, anunció que a partir del sábado suspenderá los acuerdos de supresión de visados que mantiene con Honduras desde 2004, incluidos los diplomáticos.

La reacción del Gobierno de Micheletti a las medidas anunciadas por EE.UU. no se hizo esperar, ni tampoco la de Zelaya.

El ministro de la Presidencia, Rafael Pineda, consideró que se trata de una medida "poco amistosa" que alinea al Gobierno de Barack Obama con el de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, y "condena al pueblo que lucha contra la expansión marxista en Centroamérica y América".

Pineda manifestó que se tratarán de contrarrestar los efectos de la retirada de la ayuda con "austeridad".

La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, precisó que la medida estadounidense afectará, entre otros, a los cerca de 18.000 campesinos beneficiarios de un programa de negocios agrarios y la construcción de una carretera destinada a agilizar el tránsito de mercancías de Centroamérica.

La ministra destacó que mientras Estados Unidos suspendió la ayuda a Honduras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgó 163,9 millones de dólares en apoyo a sus reservas como parte de un programa del Grupo de los Veinte (G-20) encaminado a enfrentar la crisis mundial.

"Vamos a seguir luchando con nuestro cabildeo para que se conozca la verdad y que la justicia prevalezca", dijo, en alusión a la posición del Gobierno de Micheletti de que no hubo golpe de Estado contra Zelaya, sino una "sustitución constitucional".

Previamente, Micheletti, designado por el Parlamento tras la destitución de Zelaya, de quien es compañero en el Partido Liberal, había señalado que las sanciones económicas en contra de Honduras "solo harán daño al pueblo hondureño, cuyos hospitales, escuelas, carreteras e infraestructura dependen en parte de la generosa ayuda de Estados Unidos".

El derrocado jefe de Estado se manifestó satisfecho con el "recrudecimiento de las medidas de Estados Unidos contra los golpistas" y pidió al Gobierno de Micheletti que "rectifique" y "deje de (hacer) sufrir" al pueblo hondureño.

Según Zelaya, con la decisión de EE.UU., y a falta de escuchar la posición de Canadá al respecto, "se hace un solo bloque de América, de los 34 países (de la OEA) condenando el golpe, no reconociendo a sus autoridades y tampoco a las autoridades ilegítimas que salgan de unas elecciones fraudulentas, viciadas por la falta de libertad".

El depuesto mandatario manifestó, por otro lado, que enviará una "misiva oficial" a Clinton en la que confirmará su posición de firmar el Acuerdo de San José "en el momento que se pueda suscribir en Tegucigalpa, con el fin de garantizar la estabilidad del país, la paz y el retorno de la democracia".

El Acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, contempla la creación de un Gobierno de unidad encabezado por Zelaya, el adelanto de las elecciones, una amnistía para los delitos políticos y una comisión de la verdad y otra de verificación, entre otros aspectos.

Arias hizo unas declaraciones a un diario brasileño que fueron interpretadas hoy por un juez del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras y por dos candidatos presidenciales de ese país como un respaldo a las elecciones de noviembre próximo.

"Es posible", se limitó a señalar Arias, al ser interrogado por el diario Folha de Sao Paulo sobre si los comicios pueden pacificar a Honduras.

Un magistrado del TSE, Enrique Ortez Sequeira, dijo a los periodistas que "el señor Arias, como premio Nobel de la Paz, entiende que la luz al final del túnel es el proceso electoral".

Los candidatos presidenciales Porfirio Lobo, del Partido Nacional, y Bernard Martínez, del Partido Innovación y Unidad Socialdemócrata, acogieron con beneplácito las palabras de Arias.

Las elecciones fueron convocadas oficialmente en mayo de 2009, un mes antes de que Zelaya, que no podía aspirar a la reelección, fuera sacado del poder y de Honduras.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo hoy en Buenos Aires que esos comicios "están convocados en un ambiente que no es el adecuado para hacer elecciones democráticas".

Insulza remarcó que "se ha dicho mucho que también se hicieron elecciones democráticas en países con dictaduras, pero eran dictaduras en salida, por lo cual la democracia era su evolución natural" y "en Honduras hay un proceso de involución, un retroceso".

El secretario general señaló que en cualquier caso las decisiones respecto a Honduras, que está suspendido de la OEA, las toman los miembros activos del organismo.

Los ministros en el exilio del depuesto presidente Zelaya expresaron hoy que las elecciones generales "solamente pueden realizarse en un contexto de legitimidad y legalidad".

Micheletti, por el contrario, afirmó que los comicios serán "una expresión de autodeterminación" y "un acto soberano en contra de la injerencia de otros países".

El gobernante de El Salvador, Mauricio Funes, afirmó hoy que el golpe de Estado en Honduras deja como lección que "los problemas de la democracia se resuelven con más democracia".

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