El tiempo de interacción entre profesor y alumno debe dedicarse a actividades de mayor valor añadido, según De Miguel

EUROPA PRESS

De Miguel ha remarcado la idea de que "el tiempo de interacción entre el profesorado y el alumnado se debe dedicar a las actividades que proporcionen un mayor valor añadido", apostando por técnicas como el aprendizaje inverso, la enseñanza justo a tiempo, la gamificación, las tutorías digitales con respuestas para todos los alumnos, la enseñanza personalizada o la evaluación formativa "para reducir el trabajo o hacerlo más eficiente".

"La innovación requiere nuevas pautas de comportamiento, como el diferente rol de los alumnos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, potenciando su autonomía y desarrollando sus habilidades y competencias", ha añadido.

La profesora de la UPCT, que dirige el proyecto Acadia, financiado por el programa de innovación docente Edulink II de la Unión Europea para promover el desarrollo en países del Tercer Mundo, ha recordado también que existe una clara tendencia de las universidades tradicionales hacia la adaptación de sistemas de enseñanza dual o semipresencial.

Datos como que el 95% de los alumnos y una cifra levemente inferior de profesores utilizan las plataformas institucionales de docencia virtual corroboran que la incorporación de la tecnología a las universidades españolas ha sido constante, con sólo un 19% de puestos docentes no conectados a Internet y a proyector multimedia, aunque la cifra de ordenadores en aulas de docencia ha descendido desde 2013 de 95.000 a 82.000 ordenadores, según los informes de la Conferencias de Rectores recogidos por María Dolores de Miguel.

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