Investigadores del cnic descubren que los estrógenos podrían proteger frente a la leucemia


Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto que las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) podrían servir para proteger frente al desarrollo de algunos tipos de leucemia y otros desórdenes sanguíneos.
A través de un comunicado, los investigadores señalaron que este hallazgo podría explotarse en el tratamiento de algunas leucemias para las que actualmente no existen terapias curativas, aquellas pertenecientes al grupo de las neoplasias mieloproliferativas. Los autores del estudio demostraron en ratones que un tratamiento ya aprobado y utilizado para el cáncer de mama, el tamoxifeno, bloquea los síntomas y la progresión de dichas neoplasias.
"Se desconocen las causas de la diferente incidencia de leucemias entre hombres y mujeres, pero las hormonas sexuales, como los estrógenos, podrían explicar al menos parcialmente estas diferencias", señaló el director del estudio, el doctor Simón Méndez-Ferrer, quien aclaró que, aunque se sabía que algunos tipos de células sanguíneas estaban regulados por estrógenos, se desconocía su influencia en las células madre sanguíneas.
La investigación demostró que cuando se administra el tamoxifeno a animales enfermos se observa un bloqueo de los síntomas y de la progresión de la enfermedad. "En este trabajo se ha demostrado que el tamoxifeno tiene efectos específicos sobre determinadas células de la médula ósea, en concreto sobre las células madre sanguíneas y su descendencia más inmediata, los llamados progenitores multipotentes", afirmó otro de los autores del estudio, el doctor Abel Sánchez-Aguilera.
Asimismo, los investigadores destacaron que los efectos del tamoxifeno no causaron apenas alteraciones en el resto de las células sanguíneas, que se mantuvieron en niveles normales incluso después de tratamientos muy prolongados con el fármaco. También se observó que en las células sanguíneas el tamoxifeno actúa imitando la función de la hormona.
"Aunque no se conoce exactamente la causa, el tamoxifeno parece tener un efecto más potente sobre las células leucémicas que sobre las sanas, lo que permite bloquear la enfermedad sin causar efectos secundarios importantes sobre las células normales de la sangre", apuntó el doctor Méndez-Ferrer, quien destacó el potencial traslado a la práctica clínica de esta investigación en un tiempo relativamente corto, al tratarse de un fármaco ya aprobado para uso clínico.

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