IPCC pide recorte estricto de las emisiones para evitar daños irreversibles

  • El cambio climático es inequívoco y mayor la certidumbre sobre la influencia humana; sólo con recortes de emisiones estrictos se pueden evitar daños irreversibles y limitar su impacto a un "nivel razonable".

Copenhague, 2 nov.- El cambio climático es inequívoco y mayor la certidumbre sobre la influencia humana; sólo con recortes de emisiones estrictos se pueden evitar daños irreversibles y limitar su impacto a un "nivel razonable".

Esas son las conclusiones de la síntesis del Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC), aprobado hoy en Copenhague y considerado el análisis más amplio sobre ese área nunca realizado, con más de 800 autores y 30.000 artículos científicos consultados.

Para alcanzar el objetivo de limitar el aumento de temperatura en la superficie del planeta a finales de siglo a dos grados con respecto a los niveles preindustriales, se necesitarán recortes de emisiones "substanciales" y "sostenidos" las próximas décadas -del 40 al 70 % entre 2010 y 2050-, para reducirlas "casi a cero" en 2100.

El informe del IPCC habla de concentraciones de CO2 "a niveles sin precedentes en al menos 800.000 años", calentamiento de la atmósfera y los océanos, acidificación de éstos, reducción de la capa de hielo en los polos y un aumento de los fenómenos climáticos extremos.

Cada una de las tres últimas décadas ha sido más caliente que las anteriores, con una subida "probable" de la temperatura de 0,85 grados de 1880 a 2012; mientras que el nivel del mar ha crecido 19 centímetros de 1901 a 2010 y podría subir entre 26 y 82 a finales de siglo.

"Muchos aspectos del cambio climático y daños asociados seguirán por siglos, incluso si se paran las emisiones antropogénicas de gases invernadero. Los riesgos de cambios abruptos o irreversibles aumentan si lo hace la magnitud del calentamiento", avisa el IPCC.

Esos riesgos que se plantean están distribuidos de forma "desigual" y constituyen un "reto especial" en el caso de los países menos desarrollados, más vulnerables y que además apenas han contribuido al aumento de emisiones, reconoce el informe.

De ahí que el IPCC vincule la limitación de los efectos del cambio climático con cuestiones de "igualdad" y "justicia" y que otorgue un papel "clave" en la reducción de esos riesgos a la inversión en adaptación, que sólo puede tener éxito a través de la cooperación internacional.

"La adaptación es tan importante porque puede ser integrada con el objetivo del desarrollo y puede ayudar a prepararse contra los riesgos a los que ya estamos unidos por las emisiones pasadas y la infraestructura existente", señaló en un comunicado Vicente Barros, vicepresidente del II Grupo de Trabajo del IPCC.

Aunque el IPCC no habla de cifras concretas, resalta que medidas "ambiciosas" para mitigar el cambio climático no afectarían al crecimiento económico global y que el consumo sólo se vería frenado en un 0,06 %.

Retrasar la puesta en marcha de esas iniciativas a 2030 aumentaría de forma considerable los retos tecnológicos, económicos, sociales e institucionales, apunta el informe.

"Es técnicamente posible la transición a una economía baja en carbono, pero lo que faltan son instituciones y políticas apropiadas. Cuanto más esperemos para actuar, más costará adaptarse y mitigar el cambio climático", afirmó Youba Sokona, copresidenta del III Grupo de Trabajo.

El Quinto Informe de Evaluación ha sido lanzado por partes en varios tramos a lo largo de 13 meses, comenzando en Estocolmo, donde se presentó la base científica actualizada; y siguiendo en Yokohama (Japón) con las medidas de impacto, adaptación y vulnerabilidad, y en Berlín con las de mitigación.

Este informe será referencia central para las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para alcanzar un acuerdo mundial en París el próximo año que sustituya a partir de 2020 al protocolo de Kioto.

Los dos primeros informes del IPCC fueron publicados en 1990 y 1992, mientras que el tercero (1995) dio información científica clave para Kioto; y el cuarto, divulgado en 2007, mostró evidencias suficientes para afirmar que el calentamiento global es inequívoco y estableció como causa probable las actividades humanas.

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