Irán condiciona su apoyo al plan paz en Siria a la continuidad de Al Asad

  • Teherán condicionó hoy su apoyo al plan de paz para Siria a la continuidad del presidente, Bachar al Asad, al frente del régimen de Damasco, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, al mediador de la ONU y la Liga Árabe para ese país, Kofi Annan.

Teherán, 11 abr.- Teherán condicionó hoy su apoyo al plan de paz para Siria a la continuidad del presidente, Bachar al Asad, al frente del régimen de Damasco, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, al mediador de la ONU y la Liga Árabe para ese país, Kofi Annan.

Annan se reunió hoy en Teherán con Salehi y, en una rueda de prensa conjunta posterior al encuentro, el ex secretario general de la ONU dijo que espera una mejora de la situación en Siria en las próximas horas y que Irán, principal aliado del régimen de Damasco en el área, sea "parte de la solución del conflicto".

Salehi, por su parte, manifestó el apoyo iraní al plan de paz de Ananan y su mediación, que dijo que espera que sea "justa e imparcial", mientras pedía "tiempo" para que el presidente Al Asad, el principal aliado árabe de Teherán, aplique las reformas que ha prometido en Siria.

El Gobierno de Damasco y la oposición armada, según Annan, han prometido respetar el alto el fuego previsto para mañana: "Si todos respetan el alto el fuego a partir de las seis de la mañana (del jueves), mejorará mucho la situación", dijo.

Sin embargo, sobre el terreno, las esperanzas de que el plan de paz de Annan logre un alto el fuego son escasas, en medio de denuncias de nuevos ataques de las fuerzas de Gobierno contra diversas poblaciones y la amenaza de la oposición armada de pasar a la ofensiva si el régimen no detiene la violencia.

Según Annan, Irán está de acuerdo en "buscar una salida pacífica" a la situación de violencia en Siria, pues, recalcó, "una mayor militarización del conflicto sería desastrosa", por lo que insistió: "Siria se debe desmilitarizar para solucionar el problema".

"La situación geopolítica de Siria es tal que cualquier error puede tener consecuencias inimaginables en la zona y en el mundo", agregó Annan, para quien "hay demasiadas tensiones en la zona de Oriente Medio, que ya no puede aguantar otro conflicto".

Annan indicó que su misión es la de mediador, pero que "el proceso político (para solucionar el conflicto de Siria) debe ser dirigido por los sirios y respetar los deseos del pueblo sirio".

Sobre el despliegue de inspectores internacionales para supervisar el cese de las hostilidades en Siria, dijo que "en cuanto lo decida el Consejo de Seguridad de la ONU, comenzarán su misión".

Salehi, por su parte, mientras pedía "tiempo" para las reformas de Al Asad, dijo que el Gobierno de Siria "trata de cumplir los seis puntos (del plan de paz de Annan para acabar con la violencia en el país), pero para que se apliquen de forma completa, todos (incluida la oposición armada) deben colaborar".

Teherán, agregó Salehi, considera que los sirios deben tener derechos, como la "libertad de partidos políticos, elecciones libres y una Constitución que abarque los deseos del país" y que Al Asad ya ha prometido "cambios para cumplir los deseos del pueblo".

"Se debe dar al Gobierno sirio la oportunidad (de realizar esos cambios)", dijo Salehi, quien insistió en que el proceso político lo debe dirigir Al Asad.

Por eso, mostró la oposición firme de Irán a la "interferencia extranjera en los asuntos de otros países", en referencia a una posible injerencia de EE. UU. y sus aliados.

Tras la entrevista con Salehi, Annan se reunió con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Said Jalili, y esta tarde viajará a Bandar Abas, en la costa del golfo Pérsico iraní, para reunirse con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.

La República Islámica de Irán ya había manifestado que apoyaría cualquier plan para la paz y la estabilidad de Siria, siempre que lo aceptara el Gobierno de al Asad, cuya salida del poder Teherán no se plantea, pues lo considera una barrera para la influencia en la región de Israel y EE. UU., sus principales enemigos.

También ha responsabilizado de la situación de Siria a grupos terroristas armados por países occidentales, en especial EE. UU., y algunos árabes.

Opositores sirios y varios países, entre ellos EE. UU., han acusado a Irán de apoyar al régimen de Al Asad con armas, personal militar y asesoramiento para la represión, lo que convierte a Teherán en un punto esencial a la hora de influir en un eventual fin de la violencia en Siria.

Mostrar comentarios