Irene Villa: "En casa quien cocina es mi marido, el prepara el desayuno a todos"

  • MADRID, 27 (CHANCE) Irene Villa y su marido Juan Pablo cierran el año 2015 con una bonita acción solidaria de la mano de su Fundación. Después de cuatro días intensos de labor pastelera y de trabajo conjunto con personas con discapacidad para elaborar la Flor Dulce de Navidad, han conseguido recaudar con su venta cerca de 13.000 euros que serán destinados a cursos de formación para el empleo y fomento del deporte adaptado junto a Down Madrid, Alarde y Down Asturias, que también han participado en el proyecto.

MADRID, 27 (CHANCE)

Irene Villa y su marido Juan Pablo cierran el año 2015 con una bonita acción solidaria de la mano de su Fundación. Después de cuatro días intensos de labor pastelera y de trabajo conjunto con personas con discapacidad para elaborar la Flor Dulce de Navidad, han conseguido recaudar con su venta cerca de 13.000 euros que serán destinados a cursos de formación para el empleo y fomento del deporte adaptado junto a Down Madrid, Alarde y Down Asturias, que también han participado en el proyecto.

Además la Fundación que preside la periodista ha donado una partida a la Cocina Económica en Asturias y ha enviado unas cien unidades a Avanza ONG, que serán donadas a personas sin recursos. La periodista, su marido Juan Pablo y el padrino de su hijo, pastelero de profesión, guiaron a más de 50 personas con discapacidad que han cocieron, decoraron y empaquetaron este dulce navideño.

"El objetivo de este proyecto es ayudar a formar personas socialmente responsables y emocionalmente fuertes, que contagien su entusiasmo y las ganas de vivir para contribuir a hacer un mundo mejor" nos cuenta la periodista, que por un día, se convirtió en pastelera por una buena causa.

CHANCE: Has sido en pastelera por un día...

IRENE VILLA: Sí, lo hice junto a mi hermana, mi marido y el padrino de mi hijo. Este es el proyecto estrella de nuestra Fundación, nació hace un año en Oviedo, en el gremio de pasteleros de allí, porque el gerente es el hermano de Pablo, padrino de mi hijo, un maestro pastelero y panadero de Asturias. Yo le conocí por mi abuelo, que en paz descanse, recogiendo firmas en los noventa para que los terroristas cumplieran las penas integras, surgió la amistad y cuando conocieron a Juan Pablo se hicieron amigos y decidimos que fuera el padrino de mi hijo. Él ha hecho muchos voluntariados en Nicaragua y Etiopía enseñando a hacer pan a la gente y ahora está enseñando a hacer la flor dulce de Navidad a personas con discapacidad intelectual, porque tanto él como mi marido tienen un don para estos chavales. De hecho, en Asturias, los beneficiarios nos decían que si eran educadores o animadores de lo bien que lo hacen, les sale de dentro, son muy entregados a esto y a todo lo solidario y mi hermana también está dándolo todo, con un bebé de cinco meses y yo con uno de ocho. El año pasado estábamos las dos embarazadas mientras el proyecto y ahora estamos con nuestros bebés. Además, todos tenemos nuestros trabajos, no tenemos la estructura de una Fundación, pero queremos volcarnos en los demás porque la mejor forma de vivir es ayudando a los demás. Mi marido y yo nos hemos perdido la primera fiesta del colegio de mi hijo porque estábamos en Oviedo, pero esto compensa. Me siento un poco culpable de que estén todos trabajando como mulas, pero esta es la mejor forma de acabar el año.

CH: ¿Quiénes han sido los beneficiarios en Madrid?

IV: Down Madrid, en Asturias fueron la Fundación Alarde y Down Asturias. Queremos que se unan más voluntarios, los que ya tenemos, están trabajan en una hostelería, todos se lo han currado mucho.

CH: Tú también te pusiste el delantal...

IV: Sí, no tengo ni idea de cocinar pero he aprendido por la causa, ellos son muy meticulosos.

CH: ¿En casa quién cocina?

IV: Yo no, lo hace mi marido, siempre prepara el desayuno, llama a mi madre para que se venga, le encanta preparar todo y no de cualquier forma.

CH: Has encontrado un tesoro*

IV: Sí, en ese sentido y en todos, como padre no lo hay mejor. Llevamos casi siete años juntos, cuatro y medio casados.

CH: ¿Cómo os ha cambiado la vida la llegada de los niños?

IV: Mucho pero para bien. Se me caía la baba viendo trabajar a mi hijo con los chavales de Oviedo, tiene una sensibilidad, un sexto sentido, ayuda a todo el mundo, tiene tres años y medio pero lo ha mamado.

CH: ¿Con dos te plantas?

IV: No, me encantaría tener otro hijo y si es la niña mejor, pero ya no lo pido porque siempre lo he pedido y ha venido niño, ya me da igual. En el segundo embarazo estaba convencida de que era niña pero no, pero es muy bueno, Gael es para comérselo.

CH: Tu madre estará encantada*

IV: Sí, tiene cinco nietos. Mi padre, que dice que nunca hablo de él, ha estado repartiendo flores aquí también. Y mi madre también.

CH: ¿Él es más reacio a salir?

IV: No se ha dado, se conoce a mi madre porque ella también fue amputada, pero adoro a mi padre, es super importante.

CH: ¿Cómo vais a pasar la Navidad?

IV: Este año nos vamos todos a Sierra Nevada, al centro de alto rendimiento, aunque no hay nieve. Yo ya he vuelto a esquiar después del segundo embarazo en Madrid Xanadú.

CH: Tenías pendiente ir a Oxford ¿ya has estado?

IV: En noviembre hice mi primera conferencia en inglés y la verdad que aluciné, porque el mensaje les llegó, se emocionaron y me abrazaron, no sé si lo hice bien o mal pero lo entendieron.

CH: Eres una superviviente nata*

IV: Sí, superviviente porque gracias a Dios sobreviví y luchadora porque no entiendo la vida de otra forma, si te paras es cuando vienen todos los problemas, quienes tenemos una discapacidad o cualquier cosa que lograr, no te puedes permitir el lujo de relajarte ni un segundo.

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