Isabel Preysler dejó la vida pública para estar en todo momento con Miguel Boyer

Isabel Preysler se retiró prácticamente de la vida pública para estar en todo momento con su marido, Miguel Boyer, que murió hoy a los 75 años por una embolia pulmonar. Isabel Preysler ya no aparacía en actos multitudinarios y tampoco en las portadas de revista llamadas del corazón. La prioridad era su marido.

Isabel Preyler llamó el sábado al médico que asistió a su marido en su hemorragia cerebral para decirle que éste se encontraba cansado, con dificultad para respirar y que no le veía bien, según aseguró la periodistaMariló Montero. Según relató la presentadora de La Mañana de la 1 de Televisión Española, fue trasladado al hospital donde fue restablecido, y volvió de nuevo a casa.

Sorprendía en la relación Preysler-Boyer por la disparidad de caracteres de la pareja, ya que Isabel estaba acostumbrada a participar de lleno en la vida social y él, sin embargo, huía de todo ello. Aún así, ambos encontraron el equilibrio y estuvieron juntos cerca de treinta años.

Todavía aún cambió más la reina del papel couché que tantas portadas ha dado desde que se la conociera como novia del cantante Julio Iglesias, cuando el expolítico y empresario sufrió un ictus hace dos años y medio... Distanció sus salidas, cenas y sus viajes, y se dedicó al cuidado de su marido.Enfermo desde 2012

Miguel Boyer sufrió una hemorragia cerebral el pasado 28 de febrero de 2012. Era ingresado en el hospital Ruber de la calle Juan Bravo, donde pasó dos meses. Tanto su mujer Isabel, como su hija Ana, y la hermana de esta, Tamara Falcó, no se separaron ni un momento de su lado.

Meses después, el ministro de la época de Felipe González, regresaba a su domicilio de Puerta de Hierro.Boyer luchó con ahinco contra su enfermedad

Miguel Boyer, ha sido todo un ejemplo de entereza y fuerza de voluntad a lo largo de su recuperación. Desde entonces, cada día, iba a una clínica de rehabilitación en la calle Fuente la Reina, de lunes a sábado y por la tarde seguía en casa donde como él comentaba a ¡Hola!: "Además nado en la piscina".

Gran parte de su recuperación, se la debía a su mujer Isabel Preysler:"Estoy contento, muy contento. Gracias a mi mujer me he salvado". Unas declaraciones que sorprendían, no por el amor que tuviera a su mujer, si no por venir de él, un hombre de los más serios y fríos de su época de ministro.