Jerusalén, 6 sep.- El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alcanzó hoy un acuerdo con Egipto para devolver a este país a 18 de los 21 inmigrantes eritreos que permanecían desde hace una semana en la verja fronteriza entre ambos países, y a los que se les negaba el acceso a Israel.
Según el acuerdo, Israel dejará entrar en su territorio a las dos mujeres del grupo y a un menor de edad de 14 años, mientras los 18 restantes, todos hombres, regresarán a territorio egipcio, informó la oficina del primer ministro.
"Es importante que todo el mundo entienda que Israel ya no es un destino para la emigración ilegal", afirmó el primer ministro en un comunicado.
Los inmigrantes llegaron a la zona fronteriza el pasado jueves con la esperanza de poder penetrar en el territorio israelí, donde suelen pedir asilo para no ser expulsados. Cuando intentaron entrar quedaron atrapados entre dos verjas en una zona de nadie.
Desde entonces son vigilados por tropas el Ejército israelí apostadas en la zona.
"Estamos decididos a frenar el flujo de inmigrantes desde Egipto. La verja construida ha reducido su número en un 90 por ciento", destacó el primer ministro.
Medios locales informaron hoy de que los emigrantes no querían regresar a territorio egipcio por temor a represalias pero, según el acuerdo, las autoridades egipcias han aceptado que los 18 permanezcan en su territorio.
El Tribunal Supremo analizó hoy una demanda interpuesta por una ONG israelí que solicitaba al ministro de Defensa, Ehud Barak, y al titular del Interior, Eli Yishai, que explicasen la razón por la que negaban el acceso de los inmigrantes.
Los jueces pidieron al Estado dar una respuesta hasta el domingo, lo que ahora se ha hecho innecesario.
La presencia del grupo de eritreos en tierra de nadie durante ocho días y entre las duras condiciones del desierto levantó una ola de críticas contra las autoridades israelíes.
El enviado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en Israel, William Tall, declaró al diario "Haaretz" que el Estado judío no debe "simplemente cerrarles la puerta", sino permitir que puedan llevar a cabo el proceso de solicitud de asilo.
Hasta 2011, cuando comenzó la construcción de la verja fronteriza con Egipto, entraban en Israel cada mes unos 2.000 inmigrantes ilegales procedentes del África subsahariana.
En los últimos meses el Gobierno israelí introdujo una serie de medidas legales para castigar con penas de cárcel a los inmigrantes y a cualquier persona que les diera trabajo.
Netanyahu señaló en el comunicado que su gobierno "incrementará las medidas contra los empleadores de emigrantes ilegales y los esfuerzos para devolverlos a sus países de origen".
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