Israel ve en el discurso de Meshal en Gaza el "verdadero rostro" de Hamás

  • La clase política israelí interpretó hoy como una prueba del "verdadero rostro" de Hamás la promesa, hecha ayer en Gaza por el líder del movimiento islamista, Jaled Meshal, de "liberar toda Palestina", que incluye el territorio del Estado judío.

Antonio Pita

Jerusalén, 9 dic.- La clase política israelí interpretó hoy como una prueba del "verdadero rostro" de Hamás la promesa, hecha ayer en Gaza por el líder del movimiento islamista, Jaled Meshal, de "liberar toda Palestina", que incluye el territorio del Estado judío.

Meshal, uno de los dirigentes más pragmáticos de Hamás, ha subrayado en numerosas ocasiones -y en contradicción con los principios fundacionales del movimiento- su disposición a aceptar un acuerdo de paz que implique la creación de un Estado palestino en el 22 por ciento de la Palestina histórica, aunque sin reconocimiento del vecino Israel.

Ayer, sin embargo, rodeado de cientos de miles de personas en el 25º aniversario de Hamás en la primera vez que pisaba tierra palestina desde que era niño (cuando su familia se convirtió en refugiada en la Guerra de los Seis Días de 1967), Meshal lanzó un duro discurso en el que abogó por "no ceder un milímetro desde el río Jordán hasta el Mediterráneo".

Las palabras de Meshal aún resonaban hoy en Israel, donde han copado las portadas de la prensa (con idéntico titular, "Muestra de odio", en dos diarios, Yediot Aharonot e Israel Hayom) y el líder del partido de centro-derecha Kadima, Shaul Mofaz, ha pedido directamente que sea asesinado.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, aprovechó la apertura de la reunión semanal del consejo de ministros para denunciar las declaraciones y cargar contra el presidente palestino y líder de Al Fatah, Mahmud Abás, por buscar la reconciliación con un movimiento, Hamás, cuyo líder exhorta a la destrucción de Israel.

"Ayer fuimos expuestos de nuevo al verdadero rostro de nuestros enemigos. No tienen intención de llegar a acuerdos con nosotros, quieren destruir al Estado. Fracasarán, por supuesto. En los anales de la historia, nuestro pueblo, nosotros, el pueblo judío, ha vencido a esos enemigos", declaró.

Netanyahu criticó a Abás, que rechaza el recurso a la violencia contra Israel para poner fin a la ocupación, por no haber emitido una declaración de condena de las palabras de Meshal y por negociar la reconciliación con Hamás.

"Nosotros, en el Gobierno, no nos hacemos ilusiones. Queremos una paz verdadera con nuestros vecinos, pero no cerraremos los ojos y enterraremos la cabeza en la arena. No estamos preparados para repetir el mismo error de una retirada unilateral y retiradas que, de hecho, llevaron a Hamás a tomar control de Gaza", señaló.

Netanyahu apuntó en este sentido su "asombro" por las "ilusiones" que albergan quienes piden a Israel que ponga fin a la ocupación de Cisjordania en pro de la paz.

"Si das más territorio, en este caso Judea y Samaria (nombre bíblico y oficial en Israel para Cisjordania) a la misma gente, el resultado, por supuesto, será una Gaza en las afueras de (las ciudades israelíes de) Tel Aviv, Hadera y Kfar Saba", argumentó.

Horas más tarde, en un acto de encendido de la segunda vela de la festividad judía de Januca, fue todavía más explícito sobre la necesidad de "preservar los intereses fundamentales" de Israel frente a las "presiones internacionales", aunque suponga renunciar a los "aplausos" del mundo.

Netanyahu trazó un paralelismo entre "quienes hoy odian" a los judíos, en referencia al discurso de Meshal, y los que lo hacían durante el episodio histórico que Israel conmemora en Januca.

Se trata de la exitosa revuelta liderada por Judá el Macabeo en el siglo II de nuestra era, cuando el imperio seleucida obligó a los judíos a comer cerdo, prohibió la circuncisión y dedicó a Zeus su templo en Jerusalén.

También el titular de finanzas, Yuval Steinitz, del mismo partido, el derechista Likud, interpretó las palabras como una prueba de la futilidad de retirar soldados y colonos israelíes de suelo palestino.

"La visita de Meshal a Gaza nos recuerda exactamente con quién lidiamos. Algunos tratan de crear la ilusión a la ciudadanía de que si cedemos un poco más la paz estará a la vuelta de la esquina".

El presidente Simón Peres echó mano de la misma idea del "verdadero rostro" de Hamás, pero -frente al dardo a Abás de Netanyahu- optó por alabar su apuesta por la no violencia, en contraposición con la estrategia de Hamás.

"Israel tiene que elegir entre Gaza y Cisjordania, entre Hamás y el presidente Abás (...) Tenemos dos claras opciones. Nadie es perfecto, pero una es correcta y la otra equivocada. Tenemos que elegir entre Meshal y Abás", señaló en una conferencia en Jerusalén.

Más radical fue Mofaz, líder del Kadima, quien emitió ayer un comunicado en el que lamentaba que no se aproveche la presencia en Gaza de Meshal, que normalmente reside en el exilio, para "seccionarle la cabeza a la serpiente".

"Meshal merece morir (...) Yo le recomendaría que hiciera las maletas lo antes posible y se fuera de Gaza", señaló.

El líder islamista fue víctima de un intento de asesinato, digno de novela de espionaje, por parte del Mosad israelí en 1997, durante el primer mandato de Netanyahu.

Agentes del Mosad disfrazados de turistas canadienses inyectaron un veneno en el oído a Meshal en Ammán y fueron capturados, mientras el líder islamista luchaba contra la muerte.

El entonces rey de Jordania, Husein, se enfadó tanto que exigió un antídoto inmediato si Israel quería a sus agentes de vuelta y el acuerdo de paz entre ambos países en pie, como al final se resolvió la situación.

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