Japón se abre a la ayuda exterior para contener la crisis de Fukushima

  • El primer ministro nipón, Shinzo Abe, pidió hoy más ayuda internacional para contener la crisis de la central nuclear de Fukushima, donde se lucha para contener las fugas de agua radiactiva mientras se lleva a cabo su desmantelamiento.

Tokio, 6 oct.- El primer ministro nipón, Shinzo Abe, pidió hoy más ayuda internacional para contener la crisis de la central nuclear de Fukushima, donde se lucha para contener las fugas de agua radiactiva mientras se lleva a cabo su desmantelamiento.

"Mi país necesita vuestro conocimiento y experiencia" a la hora de hacer frente a las consecuencias del accidente nuclear causado por un terremoto y tsunami en marzo de 2011, apuntó Abe en un discurso durante un congreso internacional de científicos celebrado en Kyoto (centro).

El primer ministro nipón añadió que su país "está muy abierto a recibir los conocimientos más avanzados desde el extranjero para contener el problema" después de que este semana se hayan revelado dos nuevas fugas de agua radiactiva en la central nuclear.

Estas filtraciones se produjeron nuevamente en dos de los cerca de 1.000 tanques que, desde el inicio de la crisis sirven para acumular la ingente cantidad de líquido contaminado de la planta.

El operador de la central Tokyo Electric Power (TEPCO), que achacó las fugas a un error humano, ha sido ampliamente cuestionado por la manera en la que está gestionando el desmantelamiento de la planta que puede alargarse durante varias décadas.

En este sentido, el regulador nuclear de Japón criticó duramente el pasado viernes los "errores rudimentarios" producidos en la gestión de la crisis atómica de Fukushima en relación a las últimas filtraciones.

"No estáis gestionando la situación en Fukushima de manera apropiada. Estoy realmente preocupado e inquieto por si se producen de nuevo", dijo ante los responsables de la central el presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA, por sus siglas en inglés), Katsuhiko Ikeda.

Este verano TEPCO reveló que una primera fuga de unas 300 toneladas de material radiactivo desde uno de los tanques de la planta y además reconoció que se estaban filtrando cientos de toneladas de agua contaminada al mar desde el subsuelo de los edificios que contienen los reactores.

Ante la gravedad de la situación, el Gobierno optó por involucrarse a nivel logístico y financiero, y designó 47.000 millones de yenes (355 millones de euros), para congelar el subsuelo alrededor de los reactores para crear un muro de contención.

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