Javier Gomá Lanzón: "Antes nadie buscaba un sentido a su vida: eso es un concepto moderno"

    • La revista Foreign Affairs le considera uno de los intelectuales más destacados del universo iberoamericano.
    • Javier Gomá Lanzón (Bilbao, 1965) es director de la Fundación Juan March.
    • Su último libro culmina una tetralogía basada en la búsqueda de seres ejemplares. ¿Los hay?

Cuando tenía 15 o 16 años, Javier Gomá Lanzón tuvo una revelación. "Fue una activación espontánea de todas las capacidades intelectuales e imaginativas hacia una sola dirección", recuerda. Estaba en segundo de BUP.

"Yo tenía quince o dieciséis años y estaba descubriendo el mundo. Recuerdo noches y noches de ansiedad. Tenía la necesidad de pensar que el último libro leído o este último pensamiento eran la verdad definitiva, todo lo que necesitaba. Eran 16 horas al día de lectura".

¿Y qué preocupaba al joven Gomá? Algo que se había perdido en la antigüedad. Un molde, por así decirlo. El molde de los ejemplos, de la ejemplaridad basada en héroes. "Ulises era inteligente, rico, piadoso, virtuoso, sabía hablar, era músico, era líder, era admirado, era exitoso en la batalla", dice Gomá.Los héroes de la antigüedad como Aquiles o Ulises representaban una ley universal que todos imitaban. Pero cuando llega la era de los pensadores, ese molde se pierde: por un lado surge la ciencia, la filosofía, el derecho. Y por otro la tragedia. Pero el héroe ya no es una ley universal. Ya no es un modelo de imitación.

De eso trata el último libro de estedoctor en Filosofía, licenciado en Filología Clásica y Derecho, y director de la Fundación Juan March. El libro se titulaNecesario pero imposible.

¿Qué sucedió después de ese periodo heroico?

Cuando un héroe ya no puede ser representante de la ley, se enfrenta a la ley y la ley le aplasta. Ya no tiene esa universalidad que tenía el héroe homérico, que es una universalidad luminosa, seductora que se ofrece como paradigma de comportamiento.

Usted dice en su libro que en los siglos XVIII y XIX hubo otro cambio.

Es la sustitución de la totalidad cósmica por la totalidad subjetiva. Se inaugura esa cosa que es el individuo, que se siente a sí mismo, por un lado, dotado de una dignidad incondicional, y por otro, abocado a esa cosa tan indigna que es la muerte: y necesita un nuevo instrumento de expresión.

¿Cuál es?

La literatura escrita. La subjetividad se convierte en el centro de la realidad y la cultura, se hace una cultura escrita por primera vez en la historia.

El realismo en la novela del XIX, ¿tiene algo que ver con lo que usted dice?

La novela es el género literario que inventa la nueva subjetividad. Cuenta la misma historia y es el conflicto del individuo con la sociedad. ¿Por qué? Porque en la época anterior, en la época que yo llamo cósmica, el hombre, la mujer, forman parte de un todo que trasciende, que puede ser la polis o puede ser el universo. ¿Qué es lo que ocurre en la modernidad? Que esa parte quiere constituirse ella misma en todo, que es la subjetividad.

¿Y cómo se refleja en la trama de las novelas?

Nace por primera vez la búsqueda del sentido de la vida. El concepto sentido de la vida es un concepto moderno. Antes no existía el sentido de la vida, porque te lo daba la posición que ocupabas en el cosmos o la posición que ocupabas en la polis. Nadie buscaba un sentido a su vida en la época grecorromana o medieval. Y la novela lo que cuenta siempre es, ¿por qué si yo soy una totalidad en mí mismo me voy a integrar en una sociedad que quiere hacer de mí una parte? Una parte de un todo que me trasciende, es decir, de la sociedad. Entonces la historia de la novela desde Don Quijotehasta Madame Bovaryo Raskolnikov es la historia de cómo integrar un YO que se considera él mismo todo en una sociedad que quiere hacer de él una parte. El yo se resiste y sucumbe normalmente a la sociedad.

¿Eso explicaría que "El Quijote" sea la primera novela moderna? El hombre frente a la sociedad.

Exactamente. ¿Cómo podemos formar una polis que siempre es un todo que trasciende a las partes, cuando cada una de las partes se considera un todo? Hay un conflicto no resuelto.

En su libro, usted busca ejemplos y afirma que Jesús es el súper ejemplo porque nos hace tener esperanza. ¿Y por qué no Buda?

Porque Buda no ha pretendido tener una continuidad de lo humano individual más allá de la muerte, supervivencia individual. Ni los seguidores de Buda pretenden que exista una continuidad de Buda después de la muerte corporal. La única doctrina que afirma la existencia de un precedente de alguien que, tras morir, siguió siendo individual, corporal y mortal es la que nace del profeta de Galilea.

La figura del nuevo Papa Francisco, ¿encaja más con ese modelo de ejemplaridad?

La mayoría de los grandes transformadores dentro de la Iglesia han padecido esa tensión con la propia Iglesia, aunque después sean canonizados y propuestos como ejemplo. San Juan de la Cruz tuvo problemas, Santa Teresa tuvo problemas, San Francisco de Asís... El desconcierto es que este Papa produce la sensación extraña de que aspira a ser carismático transformador precisamente en la cúpula del poder institucional.

¿Eso es bueno o malo para la Iglesia?

No soy capaz de hablar en nombre de la Iglesia. Yo creo que la Iglesia después del Concilio Vaticano II ha estado a un tris de convertirse en un poder tan conservador que ya casi sería irreformable.

¿Qué asuntos pendientes tiene la Iglesia con la figura de Jesús?

Se ha resistido a estudiar al Jesús histórico.

¿Por qué?

Porque una investigación libre sobre el Jesús histórico –que no contradice nada de lo verdaderamente fundamental del credo-, te obliga a repensar todos los dogmas y esa doctrina que sirve para los seminarios, para los colegios, para la divulgación.

¿No cree que la Iglesia necesita reformar el discurso que dan miles de párrocos todos los domingos? El 90% de los sacerdotes parecen aburridos funcionarios del poder eclesial.

Durante mucho tiempo la iglesia fue una organización que servía para dar educación superior a personas que de otra manera, a lo mejor, no hubieran tenido acceso a ella. En los años 30 y 40 era una salida para 'esos chicos de 12 años que parecían dóciles y más o menos piadosos': se le ofrecía una salida prometedora porque además subían de estatus, y al final los más brillantes acababan estudiando en la gregoriana de Roma o en Múnich. Era una manera de situar de hacer carrera. Son personas que luego en una sociedad secularizada, como dice usted, parecen funcionarios. Pero yo conozco en la Iglesia también personas muy transformadoras.

No me resisto a comentar algo. Usted tiene una formación sumamente humanística, pero yo he echado en falta en sus libros una formación mas científica. La influencia de la mecánica cuántica, la neurociencia, la genética…

No sirve para nada. La mayoría de las nuevas ciencias que están surgiendo o de las nuevas investigaciones sobre la neurociencia o la neuroética solemnizan lo obvio y sus consecuencias filosóficas apenas sirven para la meditación filosófica. Nos convencen de que los fenómenos humanos tienen una base neuronal, o somática, o nerviosa, o psicológica, ¡ya lo sé!, a partir de ahí ¿qué? Tenga en cuenta que la ciencia estudia las regularidades de la naturaleza y el hombre es lo contrario a una regularidad: es una singularidad.

¿Puede ser más concreto?

¿Realmente pensamos que algún día la ciencia va a explicar por qué surgió Mozart? ¿Y por qué compuso 40 sinfonías y no 37 o 45? Estos tochos grandes que, a veces, compras y lees en los que parece que te van a descubrir cuál es el fundamento de la religión, o del arte, o de la conciencia, o de la libertad o del sentimiento de culpa, normalmente resumen infinitas investigaciones de laboratorio y experimentos de los cuales se determina que la libertad esta condicionada o por el entorno o por el cuerpo. ¡Ya lo sabíamos!

Deme algún modelo de imitación.

No

????

Es que mi concepto de la ejemplaridad es un ideal y los ideales son propuestas de perfección, no descripciones de realidad.

¿No cree que podía haber tenido más éxito con sus libros si hubiera puesto como ejemplo a otra persona diferente a Jesús? En un mundo tan poco creyente…

Del primer libro tuve cuatro ediciones y una de bolsillo. Luego escribí Aquiles en el gineceo, con varias ediciones, que se ha convertido en un libro de culto entre escritores y ha inspirado a dramaturgos y pintores. Ejemplaridad públicase ha convertido en moneda corriente y Necesario pero imposible, no solo va por la tercera edición en este mismo año, sino que ha tenido una aceptación extensísima y tranversal sin excepción de ideologías. Porque tenga en cuenta que es un libro que no presupone nada, ni la fe. He recibido cartas de enorme conmoción de agnósticos con ese libro.

Estamos en el centenario de Camus y "El mito de Sísifo" empieza más o menos igual que su último libro: estamos determinados a la muerte con lo cual, ¿nos suicidamos o no? Pero usted propone una salida más filosófica y esperanzadora.

Mi libro quiere proponer solo una hipótesis razonable y verosímil de esperanza. Si luego el lector presta o no asentimiento a esa hipótesis, eso ya es asunto suyo.

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